La verdad vive en el silencio. La palabra sólo fractura, atomiza, disminuye, relativiza, deforma y limita lo inefable. La esencia no cabe en la palabra o el pensamiento. Por eso los sabios la han buscado en el silencio. Lo que importa, lo que libera, está más allá del ruido y del color.
¿Por qué es tan difícil vivir en el silencio? Por que es un ámbito a conquistar. Es el territorio de los más fuertes, de los que miran la muerte cara a cara, de los que no se dejan engañar por los cambiantes destellos de lo intrascendente. Es tierra de hombres sin miedo, hartos de vida, buscadores de lo eterno. Es un lugar sagrado para el sabio, pero un infierno para el pusilánime.
Todo vive en el silencio en un orden perfecto, transparente. El silencio no es la nada, es la plenitud.
*Extracto de “Cosas que aprendí de Oriente” de Francisco López - Seivane
No hay comentarios:
Publicar un comentario