martes, 31 de octubre de 2017

Palabras del castellano tradicional que no aparecen en el DRAE (4) Letra A Achusmar - Acidajo - Acorajada - Aferruñado

-Achusmar: Fisgar.
-Acidajo: Cada uno de los trozos de tocino o sebo que, hervidos en agua y sosa, sirven para elaborar jabón.
-Acorajada: Se aplica a la madera agrietada o reseca y abierta.
-Aferruñado: Oxidado.

lunes, 30 de octubre de 2017

Palabras del castellano tradicional que no aparecen en el DRAE (3) Letra A Acaronjarse - Achiperres - Achombrar - Achoriar

-Acaronjarse: Apolillarse o carcomerse.
-Achiperres: Conjunto de útiles precisos para un trabajo.
-Achombrar: Convertir en ovalado algo que era redondo.
-Achoriar: Enloquecer.

domingo, 29 de octubre de 2017

Cuentos cortos - La tristeza del hombre (Cuento maya)

Un día los animales se acercaron a un hombre y le dijeron:
-No queremos verte triste, pídenos lo que quieras y lo tendrás.
El hombre dijo: Quiero ser feliz.
-La lechuza respondió: ¿Quién sabe lo que es la felicidad? Pídenos cosas más humanas.
Bueno, añadió el hombre, quiero tener buena vista.
-El zopilote le dijo: Tendrás la mía.
Quiero ser fuerte. 
-El jaguar le dijo: Serás fuerte como yo.
Quiero caminar sin cansarme.
-El venado le dijo: Te daré mis piernas.
Quiero adivinar la llegada de las lluvias.
-El ruiseñor le dijo: Te avisaré con mi canto.
Quiero ser astuto.
-El zorro le dijo: Te enseñaré a serlo.
Quiero trepar a los árboles.
-La ardilla le dijo: Te daré mis uñas.
Quiero conocer las plantas medicinales.
-La serpiente le dijo: ¡Ah, eso es cosa mía porque yo las conozco! Te las marcaré en el campo.
Y al oír esto último, el hombre se alejó.
Entonces la lechuza dijo a los animales:
-El hombre ahora sabe más cosas y puede hacer más cosas, pero siempre estará triste.
Y la chachalaca se puso a gritar:
             -¡Pobres animales! ¡Pobres animales!

viernes, 27 de octubre de 2017

Palabras del castellano tradicional que no aparecen en el DRAE (1) Letra A Abangar - Abarullar - Abatanarse - Ábate

-Abangar: Bajar, doblándolas, las ramas de un árbol para alcanzar su fruto.
-Abarullar: Desordenar o revolver algo.
-Abatanarse: Estropearse alguna cosa.
-Ábate: Expresión con la que se manifiesta asombro o sorpresa.

jueves, 26 de octubre de 2017

Cuentos cortos - Mulla y la escalera (Cuento sufí)

Mulla se cayó de una escalera y se hizo mucho daño. A pesar de los emplastos y de las pociones, el dolor le hacía sufrir terriblemente. Sus amigos fueron a consolarle:
- !Hubiera podido ser mucho peor!- dijo uno.
- Después de todo, no te has roto nada- dijo otro.
- Pronto te repondrás- dijo un tercero...
Mulla se puso a pegar alaridos:
             - !Salid todos de aquí! !Abandonad esta habitación en el acto! !Madre, no dejes entrar a nadie a menos que se haya caído de una escalera!

miércoles, 25 de octubre de 2017

Cuentos cortos - El zorro inválido (Cuento sufí)

Una vez un hombre vio a un hermoso zorro inválido y se preguntó cómo haría para estar tan bien alimentado. Decidió pues seguirlo y descubrió que se había instalado en un lugar donde solía ir un gran león a devorar a sus presas.
Cuando el león terminaba de comer, se alejaba y entonces el zorro iba y se alimentaba a placer. El hombre se dijo:
-Yo también quiero que el destino me ofrezca de igual manera.
Se marchó a un pueblo y se sentó en una calle cualquiera a esperar. Pasó el tiempo y no sucedió nada, excepto que cada vez estaba más hambriento y débil.
Entonces, en su debido momento, escuchó una voz interior que le dijo:
           -¿Por qué quieres ser como un zorro que busca la manera de beneficiarse de otros? ¿Por qué no ser como un león para que otros se beneficien de ti?

martes, 24 de octubre de 2017

Cuentos cortos - El estudiante, el maestro, y las granadas (Cuento sufí)

Un estudiante fue con un maestro para aprender el arte de curar. Llegó un paciente y el maestro le comentó:
-Este hombre necesita granadas para curar.
El estudiante recibió al paciente y le dijo:
-Tiene usted que tomar granadas, es todo lo que necesita.
El hombre se fue protestando y probablemente no consideró en serio el consejo. El estudiante corrió a su maestro y preguntó qué es lo que había fallado. El maestro no dijo nada y esperó a que de nuevo se dieran las circunstancias.
Pasó un tiempo y el maestro dijo de otro paciente:
-Ese hombre necesita granadas para curar, pero esta vez seré yo quién actúe.
Le recibió y se sentaron, hablaron de su familia, de su trabajo, de su situación, dificultades e ilusiones.
El maestro con aire pensativo dijo como para sí mismo:
-Necesitarías algún fruto de cáscara dura, anaranjada, y que en su interior contenga granos jugosos de color granate.
El paciente interrumpió exclamando:
            -¡Granadas! ¿y eso es lo que podría mejorarme?
El paciente curó y el estudiante tuvo una ocasión más para aprender.

lunes, 23 de octubre de 2017

Reflexiones e Ideas - Auguste Comte (1798-1857)

* Saber es poder.

* Nuestro arte de observar se compone, en general, de tres procedimientos diferentes: primero, observación propiamente dicha, o sea, examen directo del fenómeno tal como se presenta naturalmente; segundo, experimentación, o sea, contemplación del fenómeno más o menos modificado por circunstancias artificiales que intercalamos expresamente buscando una exploración más perfecta, y tercero, comparación, o sea, la consideración gradual de una serie de casos análogos en que el fenómeno se vaya simplificando cada vez más.

* Sólo los buenos sentimientos pueden unirnos; el interés jamás ha forjado uniones duraderas.

* Mucho más que los intereses es el orgullo quien nos divide.

* Los muertos gobiernan a los vivos.

* Sólo hay una máxima absoluta y es que no hay nada absoluto.

viernes, 20 de octubre de 2017

Cuentos cortos - El pueblo de los matemáticos (Cuento sufí)

De entre todos los pueblos que el Mullah Nasrudín visitó en sus viajes, había uno que era especialmente famoso porque a sus habitantes se les daban muy bien los números. Nasrudín encontró alojamiento en la casa de un granjero. A la mañana siguiente, se dio cuenta de que el pueblo no tenía pozo. Cada mañana, alguien de cada familia del pueblo cargaba uno o dos burros con garrafas vacías y se iban a un riachuelo que estaba a una hora de camino, llenaban las garrafas y las traían de vuelta al pueblo, lo que les llevaba otra hora más.
-"¿No sería mejor si tuvierais agua en el pueblo?", preguntó el Mullah al granjero de la casa en la que se alojaba.
-"¡Por supuesto que sería mucho mejor!", dijo el granjero. "El agua me cuesta cada día dos horas de trabajo para un burro y un chico que lleva el burro. Eso hace al año mil cuatrocientas sesenta horas, si cuentas tanto las horas del burro como las del chico. Pero si el burro y el chico estuvieran trabajando en el campo todo ese tiempo, yo podría, por ejemplo, plantar todo un campo de calabazas y cosechar cuatrocientas cincuenta y siete calabazas más cada año, que al precio actual alcanzarían para comprar vaca y media".
-"Veo que lo tienes todo bien calculado", dijo Nasrudín admirado. "¿Por qué, entonces, no construyes un canal para traer el agua al río?"
-"¡Eso no es bien simple!", dijo el granjero. "En el camino hay una colina que deberíamos atravesar. Si pusiera a mi burro y a mi chico a construir un canal en vez de enviarlos por el agua, les llevaría quinientos años si trabajasen dos horas al día. Sólo me quedan otros treinta años más de vida, meses más, meses menos, u otros 6 y 3/4 si dejo el tabaco. Así que me es más barato enviarles por el agua."
-"Sí, pero, ¿es que serías tú el único responsable de construir un canal? Sois muchas familias en el pueblo."
-"Claro que sí", dijo el granjero. "Hay cien familias en el pueblo. Si cada familia enviase cada día dos horas un burro y un chico, el canal estaría hecho en cinco años. Y si trabajasen diez horas al día, estaría acabado un año".
-"Entonces, ¿por qué no se lo comentas a tus vecinos y les sugieres que todos juntos construyáis el canal?"
-"Pues... - prendiendo otro cigarro - ... Mira, si yo tengo que hablar de cosas importantes con un vecino, tengo que invitarle a mi casa, ofrecerle té y azúcar, hablar con él del tiempo y de la nueva cosecha, luego de su familia, sus hijos, sus hijas, sus nietos. Después le tengo que dar de comer y después otro té con galletas y él tiene que preguntarme entonces sobre mi granja y sobre mi familia para finalmente llegar con tranquilidad al tema y tratarlo con cautela. Eso lleva un día entero. Como somos cien familias en el pueblo, tendría que hablar con noventa y nueve cabezas de familia. Estarás de acuerdo conmigo que yo no puedo estar noventa y nueve días seguidos discutiendo con los vecinos. Mi granja se vendría abajo. Lo máximo que podría hacer sería invitar a un vecino a mi casa por semana. Como un año tiene cincuenta y dos semanas, eso significa que me llevaría casi dos años hablar con mis vecinos. Conociendo a mis vecinos como les conozco, te aseguro que todos estarían de acuerdo con hacer llegar el agua al pueblo, porque todos ellos son buenos con los números. Y como les conozco, te aseguro, cada uno prometería participar si los otros participasen también. Entonces, después de dos años, tendría que volver a empezar otra vez desde el principio, invitándoles de nuevo a mi casa y diciéndoles que todos están dispuestos a participar".
-"Vale", dijo Nasrudín, "pero entonces en cuatro años estaríais preparados para comenzar el trabajo. ¡Y al año siguiente, el canal estaría construido!"
-"Hay otro problema", dijo el granjero. "Estarás de acuerdo conmigo que una vez que el canal esté construido, cualquiera podrá servirse del agua, tanto si ha o no contribuido con su parte de trabajo correspondiente."
-"Lo entiendo", dijo el Mullah. "Incluso si quisierais, no podríais vigilar todo el canal."
-"Pues no", dijo el granjero. "Cualquier avispado que se hubiera librado de trabajar, se beneficiaría de la misma manera que los demás y sin costo alguno".
-"Tengo que admitir que tienes razón", dijo Nasrudín.
-"Así que como a cada uno de nosotros se nos dan bien los números, intentaremos escabullirnos. Un día el burro no tendrá fuerzas, otro día el chico de alguien tendrá tos, otro la mujer de alguien estará enferma, y el niño y el burro tendrán que ir a buscar al médico...Como a nosotros se nos dan bien los números, intentaremos escurrir el bulto. Y como cada uno de nosotros sabe que los demás no harán lo que deben, ninguno mandará a su burro o a su chico a trabajar. Así que la construcción del canal ni siquiera se empezará..."
-"Tengo que reconocer que tus razones suenan muy convincentes", dijo Nasrudín que se quedó pensativo por un momento; pero de repente exclamó:
-"Conozco un pueblo al otro lado de la montaña que tenía el mismo problema que vosotros tenéis. Pero ellos tienen un canal desde hace ya veinte años."
-"Efectivamente", dijo el granjero, "pero a ellos no se les dan bien los números... "

jueves, 19 de octubre de 2017

Reflexiones e Ideas - Camille Paglia (1947-)

* Creo en la lectura detallada, línea por línea, o en lo que solía llamarse explicación del texto, y en nada más pretencioso que eso. No sólo es la mejor técnica para revelar la belleza y el significado en la literatura, sino que es un instrumento extraordinario para el análisis de todo el arte y la cultura. La concentración que requiere la lectura de un poema es cercana a la meditación. A través de ella, uno aprende a focalizar la mente, afilar la percepción y refinar la emoción.

* La violencia es el auténtico espíritu de la madre naturaleza.

* Me opongo a la censura debido a mi teoría global de que lo que definimos, o lo que la tradición define, como moralmente reprensible y merecedor de supresión es, de hecho, el elemento pagano de la cultura occidental que no llegó a ser derrotado. Los elementos de sexo y violencia que más perturban a la gente, todas las fuerzas amorales y sucias de la naturaleza respecto a las que la tradición pagana era más sincera, son aquello contra lo que la tradición judeocristiana más ha luchado.

* Hoy la educación se basa en el mínimo denominador común, y la única razón por la que los chicos se dejan influir por los medios de comunicación es el vacío cultural absoluto en el que son criados. Son los padres y los maestros los que tienen que llevarlos a que se interesen por algo que va más allá de ellos, como es el arte. El gran arte nutre la imaginación y da sentido a la vida. A diferencia de la cultura popular, es suficiente para sostenernos a lo largo de la vida.

miércoles, 18 de octubre de 2017

Cuentos cortos - La sopa de pato (Cuento sufí)

Cierto día, un campesino fue a visitar a Nasrudín, atraído por la gran fama de éste y deseoso de ver de cerca al hombre mas ilustre del país. Le llevó como regalo un magnífico pato. El Mulá, muy honrado, invitó al hombre a cenar y pernoctar en su casa. Comieron una exquisita sopa preparada con el pato.

A la mañana siguiente, el campesino regresó a su campiña, feliz de haber pasado algunas horas con un personaje tan importante. Algunos días más tarde, los hijos de este campesino fueron a la ciudad y a su regreso pasaron por la casa de Nasrudín.
-Somos los hijos del hombre que le regaló un pato - se presentaron.
Fueron recibidos y agasajados con sopa de pato.

Una semana después, dos jóvenes llamaron a la puerta del Mullah.
-¿Quiénes son ustedes?
-Somos los vecinos del hombre que le regaló un pato.
Nasrudín empezó a lamentar haber aceptado aquel pato. Sin embargo, puso al mal tiempo buena cara e invitó a sus huéspedes a comer.

A los ocho días, una familia completa pidió hospitalidad al Mulá.
-Y ustedes ¿quiénes son?
-Somos los vecinos de los vecinos del hombre que le regaló un pato.
Entonces Nasrudín hizo como si se alegrara y los invito al comedor. Al cabo de un rato, apareció con una enorme sopera llena de agua caliente y llenó cuidadosamente los tazones de sus invitados. Luego de probar el líquido, uno de ellos exclamó:
-Pero... ¿qué es esto, noble señor? ¡Por Alá que nunca habíamos visto una sopa tan desabrida! Nasrudín se limito a responder:
-Esta es la sopa de la sopa de la sopa de pato que con gusto les ofrezco a ustedes, los vecinos de los vecinos de los vecinos del hombre que me regaló el pato.

martes, 17 de octubre de 2017

Cuentos cortos - La bandeja de hojaldre (Cuento sufí)

Un sabio forastero llegó a Aksehir. Deseaba desafiar al hombre más docto de la ciudad y le presentaron a Nasrudin.
El sabio trazó un círculo en el suelo con un palo. Nasrudín cogió el mismo palo y dividió el círculo en dos partes iguales.
El sabio trazó otra línea vertical para dividirlo en cuatro partes iguales. Nasrudín hizo un gesto como si tomara las tres partes para sí y dejara la cuarta para el otro.
El sabio sacudió la mano hacia el suelo. Nasrudín hizo lo contrario.
Se acabó la competencia y el sabio explicó:
-¡Este señor es increíble!, le dije que el mundo es redondo, me contestó que el ecuador terrestre pasa por el medio. Lo dividí en cuatro partes, me dijo que las tres partes son de agua y la cuarta es de tierra. Le pregunté ¿por qué llueve?, me contestó que el agua se evapora, sube al cielo y se convierte en nubes.
Los ciudadanos deseaban conocer la versión de Nasrudín:
-¡Qué tipo más glotón!, me dijo: "si tuviéramos una bandeja de dulce de hojaldre", yo le dije "la mitad es para mí". Me preguntó "¿si lo dividiéramos en cuatro partes?", yo le contesté "me comeré las tres partes". Me propuso "¿si le echáramos pistachos molidos?", yo le dije "buena idea, pero se necesita un fuego alto. Quedó vencido y se fue...."

lunes, 16 de octubre de 2017

Reflexiones e Ideas - Max Stirner (1806-1856)

* ¿Eres pensador antes de haber pensado? Sólo por el hecho de crear tu primer pensamiento, creas en ti el pensador, porque no piensas en tanto que no has tenido un pensamiento.

* El niño era realista, embarazado por las cosas de este mundo, hasta que llegó poco a poco a penetrarlas. El joven es idealista, ocupado en sus pensamientos, hasta el día en que llega a ser hombre egoísta que no persigue a través de las cosas y de los pensamientos más que el gozo de su corazón y pone por encima de todo su interés personal. En cuanto al anciano... Cuando yo lo sea... Tendré tiempo de hablar de él.

* Yo no soy nada, en el sentido de vacío; pero soy la nada creadora, la nada de la que mi yo creador lo crea Todo.

* ¿Cómo podéis ser verdaderamente únicos, si existe en vosotros la menor huella de dependencia, la menor cosa que no sea Vosotros y nada más que Vosotros? ¡Mientras permanezcáis encadenados unos a otros, no podréis hablar de Vosotros en singular, mientras os una un lazo, seguís siendo un plural; de vosotros doce hacéis la docena, mil formáis un pueblo y algunos millones la Humanidad!

* El Estado tiene su propia ley de violencia, pero la del individuo la llama crimen.

* Un niño no pone en sus deseos ni ideas ni pensamientos; un joven no persigue más que intereses espirituales, los intereses del hombre, en cambio, son materiales, personales y egoístas.

sábado, 14 de octubre de 2017

Reflexiones e Ideas - Cesare Pavese (1908-1950)

*Hasta sacrificarse o renunciar es un problema de astucia.

*Serás amado el día en que podrás mostrar tu debilidad sin que el otro se sirva de esto para afirmar su fuerza.

*No hay venganza más bella que aquella que infligen los otros a tu enemigo. Tiene hasta la virtud de dejarte la parte del generoso.

*¡A quien no se salva por sí sólo, nadie lo puede salvar!

*Los problemas que agitan a una generación se extinguen para la generación sucesiva no porque hayan sido resueltos sino porque el interés general los deroga.

*Busca en el hombre pobre las virtudes del rico (exquisitez, sentimientos delicados, sociabilidad, etc.) y en el rico las virtudes del pobre (seriedad, pragmatismo sencillo, bondad laboriosa, etc.).

*La lección es siempre una sola: lanzarse de cabeza y saber aguantar el castigo. Es mejor sufrir por haberse atrevido a obrar en serio, que no haberse atrevido.

*Los hombres que tienen una tormentosa vida interior y que no buscan desahogo en sus palabras o en sus escritos, son simplemente hombres que no tienen una tormentosa vida interior.

*En general está por norma dispuesto a sacrificarse quien de otro modo no sabe darle un sentido a su vida.

viernes, 13 de octubre de 2017

Cuentos cortos - El niño que pudo hacerlo (Eloy Moreno Olaria)

Dos niños llevaban toda la mañana patinando sobre un lago helado cuando, de pronto, el hielo se rompió y uno de ellos cayó al agua. 
La corriente interna lo desplazó unos metros por debajo de la parte helada, por lo que para salvarlo la única opción que había era romper la capa que lo cubría.
Su amigo comenzó a gritar pidiendo ayuda, pero al ver que nadie acudía buscó rápidamente una piedra y comenzó a golpear el hielo con todas sus fuerzas.
Golpeó, golpeó y golpeó hasta que consiguió abrir una grieta por la que metió el brazo para agarrar a su compañero y salvarlo.
A los pocos minutos, avisados por los vecinos que habían oído los gritos de socorro, llegaron los bomberos.
Cuando les contaron lo ocurrido, no paraban de preguntarse cómo aquel niño tan pequeño había sido capaz de romper una capa de hielo tan gruesa.
-Es imposible que con esas manos lo haya logrado, es imposible, no tiene la fuerza suficiente ¿cómo ha podido conseguirlo? -comentaban entre ellos.
Un anciano que estaba por los alrededores, al escuchar la conversación, se acercó a los bomberos.
-Yo sí sé cómo lo hizo -dijo.
-¿Cómo? -respondieron sorprendidos.
-No había nadie a su alrededor para decirle que no podía hacerlo.

jueves, 12 de octubre de 2017

Cuentos cortos - La farmacia de Nasrudín (Cuento sufí)

Nasrudín estaba sin trabajo y preguntó a algunos amigos a qué profesión podría dedicarse. Ellos le dijeron:
-A ver Nasrudín... Tú eres un hombre muy capaz y sabes mucho sobre las propiedades medicinales de las hierbas. Podrías abrir una farmacia.
Nasrudín volvió a su casa, le estuvo dando vueltas a la cuestión durante unos días, y finalmente se dijo:
"Sí, es una buena idea, creo que soy capaz de ser farmacéutico".
Claro que Nasrudín estaba pasando por una época en la que deseaba ser muy prominente e importante. "No solo abriré una farmacia que se ocupe de hierbas. Abriré un establecimiento enorme y produciré un gran impacto..."

Entonces compró un local, instaló los estantes y vitrinas, y cuando llegó el momento de pintar la fachada colocó un andamio, lo cubrió con sábanas, y se puso a trabajar sin que nadie pudiera ver nada.
A nadie le dejó ver cómo estaba pintando la fachada y qué nombre pondría a la farmacia.
Después de unos días distribuyo panfletos que decían: "Mañana es el gran día. Inauguración: mañana a las 9".

Todas las personas del pueblo y de los alrededores vinieron y se concentraron expectantes frente a la farmacia.
A las 9 en punto salió Nasrudín y, con gesto teatral, sacó la sábana que cubría la fachada de la tienda.
La gente que allí estaba vio un gran cartel que decía:
"FARMACIA CÓSMICA Y GALÁCTICA DE NASRUDÍN".
Debajo, con letras más pequeñas: "Armonizada con influencias planetarias".

La gran mayoría de personas que asistieron a la inauguración quedaron muy impresionadas.
Aquel día hizo mucho negocio, la gente no dejaba de comprar. Por la tarde el maestro de la escuela del pueblo le visitó y le dijo:
-Francamente Nasrudín, estas afirmaciones que usted hace son un poco dudosas...
-¿Dudosas por qué? -respondió Nasrudín-.
-Eso de cósmica y galáctica..., y armonizada con influencias planetarias..., francamente...
             -No, no, no, no... -dijo Nasrudín- Todas las afirmaciones que yo hago sobre las influencias planetarias son absolutamente ciertas. Cuando sale el sol, abro la farmacia. Cuando el sol se pone, la cierro.

miércoles, 11 de octubre de 2017

Cuentos cortos - La araña y el aprendiz (Cuento tibetano)

Un estudiante, mientras meditaba en su habitación, creía ver a una araña descendiendo en frente de él. Cada día la criatura amenazadora volvía, creciendo más y más cada vez.
Tan asustado estaba el estudiante, que fue donde su maestro a contarle su dilema.
Le dijo que planeaba colocar un cuchillo en su regazo durante la meditación, así cuando apareciera la araña la mataría.
El maestro le aconsejó en contra de este plan. En su lugar, le sugirió que llevara un pedazo de tiza a la meditación, y que cuando apareciera la araña, marcara una X en el vientre de la araña y que luego le contara.
El estudiante volvió a su meditación. Cuando apareció la araña otra vez, se opuso al impulso de atacarla, e hizo lo qué el maestro sugirió.
Cuando más tarde fue a contarle al maestro como le había ido, el profesor le dijo que se levantara la camisa y mirara su propio vientre.
Ahí estaba la X.

lunes, 9 de octubre de 2017

Cuentos cortos - La naturaleza del escorpión (Cuento budista)

Un día un escorpión llegó a la orilla de un río y, teniendo que pasar al otro lado, empezó a buscar un medio que le llevase sin riesgo de ahogarse. De repente, viendo a una rana que estaba tomando el sol, una idea hizo mella en su mente. Decidió formularle su propósito preguntándole:
- Oye rana, ¿podrías llevarme a la otra orilla nadando conmigo en la espalda?
La rana le contestó:
- ¿De verdad me crees tan idiota? Sé muy bien que una vez subido en mi espalda me clavarás tu aguijón matándome.
- No seas tonta -replicó el escorpión- ¿cómo podría hacerte eso? ¿Acaso no sabes que nosotros no sabemos nadar y que si yo te matase moriría contigo?
La rana, reasegurada por este razonamiento lógico pensó: Es verdad. Si me matara, él también se moriría... y no creo que esa idea le guste...
- De acuerdo, sube. Te llevaré -dijo el batracio.
El escorpión se acomodó en la espalda de la rana y ésta empezó a cruzar el río. Una vez llegados a la mitad del torrente, en el punto más profundo, el escorpión levantó su pincho y, de un rápido golpe, lo clavó en la cabeza de la rana. Ésta, agonizando atónita, apostrofó:
- ¿Qué has hecho, imbécil? ¡Ahora te vas a morir tú también, cretino!
- Lo sé -contesto el alacrán- pero soy un escorpión y esta es mi naturaleza.

sábado, 7 de octubre de 2017

Reflexiones e Ideas - George Bernard Shaw 2 (1856-1950)

* Si has construido un castillo en el aire, no has perdido el tiempo, es allí donde debería estar. Ahora debes construir los cimientos debajo de él.

* Mi educación fue muy buena hasta que el colegio me la interrumpió.

* Si tú tienes una manzana y yo tengo una manzana, e intercambiamos las manzanas, entonces tanto tú como yo seguiremos teniendo una manzana. Pero si tú tienes una idea y yo tengo una idea, e intercambiamos ideas, entonces ambos tendremos dos ideas.

* En este mundo siempre hay peligros para quien les tiene miedo.

* El peor pecado para con nuestras criaturas amigas, no es el odiarlas, sino ser indiferentes con ellas, esa es la esencia de la inhumanidad.

* El martirio es la única forma que una persona sin ningún tipo de habilidad puede convertirse en alguien grandioso.

* La democracia sustituye el nombramiento hecho por una minoría corrompida, por la elección debida a una mayoría incompetente.

viernes, 6 de octubre de 2017

Reflexiones e Ideas - George Bernard Shaw 1 (1856-1950)

* La libertad significa responsabilidad; por eso, la mayoría de los hombres le tiene tanto miedo.

* Ahora ya sabemos que el alma es el cuerpo y el cuerpo el alma. Nos dicen que son diferentes porque quieren persuadirnos de que podemos quedarnos con nuestras almas si los dejamos esclavizar nuestros cuerpos.

* Un hombre razonable es aquel que se adapta al mundo alrededor de él. El hombre no razonable espera que el mundo se adapte a él. Por lo tanto todo progreso es hecho por los hombres no razonables.

* Sólo triunfa en el mundo quien se levanta y busca a las circunstancias y las crea si no las encuentra.

* Ves cosas y dices ¿por qué? Pero yo sueño cosas que nunca fueron y digo, ¿por qué no?

* Cuando dos personas están bajo la influencia de la más violenta, la más insana, la más ilusoria y la más fugaz de las pasiones, se les pide que juren que seguirán continuamente en esa condición excitada, anormal y agotadora hasta que la muerte los separe.

* No hay beso que no sea principio de despedida; incluso el de llegada.

jueves, 5 de octubre de 2017

Reflexiones e Ideas - Isaac Asimov (1920-1992)

*Leída cuidadosamente, la biblia es la fuerza más potente para el ateísmo jamás concebida.

*La vida es agradable. La muerte es pacífica. Lo problemático es la transición.

*Las normas establecidas con razón y con justicia, pueden dejar de ser útiles al cambiar las circunstancias, pero al permitir que continúen vigentes por la fuerza de la inercia, entonces, no sólo es justo, sino también útil, quebrantar aquellas que nos anuncian el hecho de que son inútiles, o incluso realmente perjudiciales.

*La frase mas excitante que se puede oír en ciencia, la que anuncia nuevos descubrimientos, no es ¡Eureka! (¡Lo encontré! ) sino es extraño...

*La suerte favorece sólo a la mente preparada.

*En primer lugar acabemos con Sócrates, porque ya estoy harto de este invento de que no saber nada es un signo de sabiduría.

*El aspecto más triste de la vida actual es que la ciencia gana en conocimiento más rápidamente que la sociedad en sabiduría.

*Un sutil pensamiento erróneo puede dar lugar a una indagación fructífera que revela verdades de gran valor.

*Hace falta mucho arte para crear algo que parezca desprovisto de arte.

*Cuanto más cercana a la verdad, mejor será la mentira, y la misma verdad, cuando puede utilizarse, es la mejor mentira.

martes, 3 de octubre de 2017

Cuentos cortos - La broma del maestro.......(Versión 2)

Esta historia comienza cuando Nasrudin llega a un pequeño pueblo en algún lugar lejano de Medio Oriente.
Era la primera vez que estaba en ese pueblo y una multitud se había reunido en un auditorio para escucharlo. Nasrudin, que en verdad no sabia que decir, porque él sabía que nada sabía, se propuso improvisar algo y así intentar salir del atolladero en el que se encontraba.
Entró muy seguro y se paró frente a la gente. Abrió las manos y dijo:
-Supongo que si ustedes están aquí, ya sabrán que es lo que yo tengo para decirles.
La gente dijo:
-No... ¿Qué es lo que tienes para decirnos? No lo sabemos ¡Háblanos! ¡Queremos escucharte!
Nasrudin contestó:
-Si ustedes vinieron hasta aquí sin saber que es lo que yo vengo a decirles, entonces no están preparados para escucharlo.
Dicho esto, se levantó y se fue.
La gente se quedó sorprendida. Todos habían venido esa mañana para escucharlo y el hombre se iba simplemente diciéndoles eso. Habría sido un fracaso total si no fuera porque uno de los presentes -nunca falta uno- mientras Nasrudin se alejaba, dijo en voz alta:
-¡Qué inteligente!
Y como siempre sucede, cuando uno no entiende nada y otro dice "¡qué inteligente!", para no sentirse un idiota uno repite: "¡si, claro, qué inteligente!". Y entonces, todos empezaron a repetir:
-Qué inteligente.
-Qué inteligente.
Hasta que uno añadió:
-Si, qué inteligente, pero... qué breve.
Y otro agrego:
-Tiene la brevedad y la síntesis de los sabios. Porque tiene razón. ¿Cómo nosotros vamos a venir acá sin siquiera saber qué venimos a escuchar? Qué estúpidos que hemos sido. Hemos perdido una oportunidad maravillosa. Qué iluminación, qué sabiduría. Vamos a pedirle a este hombre que dé una segunda conferencia.
Entonces fueron a ver a Nasrudin. La gente había quedado tan asombrada con lo que había pasado en la primera reunión, que algunos habían empezado a decir que el conocimiento de Él era demasiado para reunirlo en una sola conferencia.
Nasrudin dijo:
-No, es justo al revés, están equivocados. Mi conocimiento apenas alcanza para una conferencia. Jamás podría dar dos.
La gente dijo:
-¡Qué humilde!
Y cuanto más Nasrudin insistía en que no tenia nada para decir, con mayor razón la gente insistía en que querían escucharlo una vez más. Finalmente, después de mucho empeño, Nasrudin accedió a dar una segunda conferencia.
Al día siguiente, el supuesto iluminado regresó al lugar de reunión, donde había más gente aún, pues todos sabían del éxito de la conferencia anterior. Nasrudin se paró frente al público e insistió con su técnica:
-Supongo que ustedes ya sabrán que he venido a decirles.
La gente estaba avisada para cuidarse de no ofender al maestro con la infantil respuesta de la anterior conferencia; así que todos dijeron:
-Si, claro, por supuesto lo sabemos. Por eso hemos venido.
Nasrudin bajó la cabeza y entonces añadió:
-Bueno, si todos ya saben qué es lo que vengo a decirles, yo no veo la necesidad de repetir.
Se levantó y se volvió a ir.
La gente se quedó estupefacta; porque aunque ahora habían dicho otra cosa, el resultado había sido exactamente el mismo. Hasta que alguien, otro alguien, gritó:
-¡Brillante!
Y cuando todos oyeron que alguien había dicho "¡brillante!", el resto comenzó a decir:
-¡Si, claro, este es el complemento de la sabiduría de la conferencia de ayer!
-Qué maravilloso
-Qué espectacular
-Qué sensacional, qué bárbaro
Hasta que alguien dijo:
-Si, pero... mucha brevedad.
-Es cierto- se quejó otro
-Capacidad de síntesis- justificó un tercero.
Y en seguida se oyó:
-Queremos más, queremos escucharlo más. ¡Queremos que este hombre nos de más de su sabiduría!
Entonces, una delegación de los notables fue a ver a Nasrudin para pedirle que diera una tercera y definitiva conferencia. Nasrudin dijo que no, que de ninguna manera; que él no tenia conocimientos para dar tres conferencias y que, además, ya tenia que regresar a su ciudad de origen.
La gente le imploró, le suplicó, le pidió una y otra vez; por sus ancestros, por su progenie, por todos los santos, por lo que fuera. Aquella persistencia lo persuadió y, finalmente, Nasrudin aceptó temblando dar la tercera y definitiva conferencia.
Por tercera vez se paró frente al publico, que ya eran multitudes, y les dijo:
-Supongo que ustedes ya sabrán de qué les voy a hablar.
Esta vez, la gente se había puesto de acuerdo: sólo el intendente del poblado contestaría. El hombre de primera fila dijo:
-Algunos si y otros no.
En ese momento, un largo silencio estremeció al auditorio. Todos, incluso los jóvenes, siguieron a Nasrudin con la mirada.
Entonces el maestro respondió:
             -En ese caso, los que saben... cuéntenles a los que no saben.
Se levantó y se fue.

Cuentos cortos - La broma del maestro (Cuento hindú).......(Versión 1)

Había en un pueblo de la India un hombre de gran santidad. La verdad es que ese hombre les parecía una persona notable al mismo tiempo que los confundía.
El caso es que le pidieron que les predicase. El hombre, que siempre estaba en disponibilidad para los demás, no dudó en aceptar.
El día señalado para la prédica, no obstante, tuvo la intuición de que la actitud de los asistentes no era sincera y de que debían recibir una lección.
Llegó el momento de la charla y todos los aldeanos se dispusieron a escuchar al hombre santo confiados en pasar un buen rato a su costa.
El maestro se presentó ante ellos. Tras una breve pausa de silencio, preguntó:
-Amigos, ¿sabéis de qué voy a hablaros?
-No -contestaron.
-En ese caso -dijo-, no voy a deciros nada. Sois tan ignorantes que de nada podría hablaros que mereciera la pena. En tanto no sepáis de qué voy a hablaros, no os dirigiré la palabra.
Los asistentes, desorientados, se fueron a sus casas. Se reunieron al día siguiente y decidieron reclamar nuevamente las palabras del santo.
El hombre no dudó en acudir hasta ellos y les preguntó:
-¿Sabéis de qué voy a hablaros?
-Sí, lo sabemos -repusieron los aldeanos.
-Siendo así -dijo el santo-, no tengo nada que deciros, porque ya lo sabéis. Que paséis una buena noche, amigos.
Los aldeanos se sintieron burlados y experimentaron mucha indignación.
No se dieron por vencidos, desde luego, y convocaron de nuevo al hombre santo. Él miró a los asistentes en silencio y calma. Después, preguntó:
-¿Sabéis, amigos, de qué voy a hablaros?
No queriendo dejarse atrapar de nuevo, los aldeanos ya habían convenido la respuesta:
-Algunos lo sabemos y otros no.
Y el hombre santo dijo:
            -En tal caso, que los que saben transmitan su conocimiento a los que no saben.
Dicho esto, el hombre santo se marchó de nuevo al bosque.

lunes, 2 de octubre de 2017

Cuentos cortos - El maestro y el palo (Cuento Zen)

Un discípulo pregunta al maestro cómo podría demostrar la verdad del zen.
El maestro levanta un palo que tenía en la mano.
El alumno le pregunta:
            -¿Esto es todo?, ¿no hay nada más?
Entonces el maestro baja el palo.

domingo, 1 de octubre de 2017

Cuentos cortos - La astucia de la Comadreja (Cuento africano)

La Comadreja dio a luz un hijo y, llamando a su marido, le dijo:
-Búscame unos pañales como a mí me gustan y tráemelos.
El marido quería complacer a su mujer y le preguntó:
-¿Qué pañales son esos que a ti te gustan?
Y respondió la Comadreja:
-Quiero una piel de elefante.
El pobre marido quedóse perplejo ante tales pretensiones y no pudo abstenerse de preguntar a su media naranja si había perdido la cabeza.
La Comadreja, enfadada y como contestación, le arrojó la criatura a los brazos y salió inmediatamente y a toda prisa.
Buscó al Gusano, y, así que lo encontró, le dijo:
-Compadre, mi tierra está llena de hierba; ayúdame a renovarla un poco.
Y cuando vio al Gusano atareado, escarbando, la Comadreja llamó a la Gallina y le dijo:
-Comadre, mi hierba está plagada de gusanos y necesito tu ayuda.
La Gallina echó a correr, se comió al Gusano y se puso a rascar el suelo.
Un poco más adelante, la Comadreja encontró al Gato y le dijo:
-Compadre, andan gallinas en mi tierra; bien pudieras en mi ausencia dar una vuelta por mis posesiones.
Un instante después el Gato había devorado a la Gallina.
Mientras el Gato comía a sus anchas, la Comadreja dijo al Perro:
-Patrón, ¿vas a dejar al Gato en posesión de esa tierra?
El Perro, furioso, corrió a matar al Gato, porque no quería que hubiese allí más amo que él.
Pasó por aquellos lugares el León, y la Comadreja le saludó con respeto y le dijo:
-Señor mío, no os acerquéis a ese campo, que pertenece al Perro.
Al oír esto el León, poseído de envidia, se arrojó sobre el Perro y lo hizo mil pedazos.
Por fin asomó el Elefante, y la Comadreja le pidió auxilio contra el León.
Y el Elefante entró como protector en la tierra de la que le imploraba auxilio.
Pero ignoraba la perfidia de la Comadreja, que había abierto un hoyo muy grande, disimulándolo con infinidad de ramas.
El Elefante, al caer en el lazo, se mató, pero antes había ahuyentado al León, que, temeroso, refugióse a toda prisa en la selva.
La Comadreja arrancó la piel del Elefante y se la presentó a su marido diciéndole:
-Te pedí una piel de elefante y me llamaste loca porque juzgaste mi deseo como el mayor desatino. Pero la he obtenido y aquí la tienes.
El marido de la Comadreja ignoraba que su compañera era el animal más astuto del mundo y ni remotamente soñaba que lo fuese más que él. Pero entonces lo comprendió.
Tal fama consiguió la señora con su artimaña que, desde lo ocurrido, se dice: ¡Es más astuto que una Comadreja!