Sinopsis
Irma y Aldo son amantes y viven
con la hija de ambos, Rosina, en Goriano, un pequeño pueblo cercano al
Adriático.
La pareja lleva siete años esperando
que el marido de Irma, que trabaja en Australia, le conceda el divorcio para
poder casarse y legitimar a su hija, normalizando así su mal vista relación.
Un día, les llega la noticia de
que el marido de Irma ha muerto y Aldo da por hecho que se casarán. Sin
embargo, Irma le confiesa que ama a otro hombre y que será con él con quien se
case.
Aldo no puede creer sus palabras y
en los días siguientes intenta por todos los medios convencer a la mujer de que
reconsidere su decisión, pero Irma se mantiene firme a pesar de ser agredida
por éste en medio de la calle.
Sintiéndose traicionado, Aldo
abandona con gran angustia el pueblo junto a su hija y se quedan en la casa de
Elvia, una exnovia que aún le ama. Tras unos días conviviendo, ambos se dan
cuenta de que la visita ha sido un error pues es evidente que Aldo no está a
gusto con Elvia. Padre e hija se van a la mañana siguiente.
Días después, montados en un
camión que les ha recogido en la carretera, llegan a una estación de servicio
regentada por Virginia, una muchacha viuda deprimida por la soledad, que les
invita a quedarse en una pequeña caseta al lado de la gasolinera hasta que
alguien pueda cogerles de nuevo y continuar el camino. Aldo acepta y a la
mañana siguiente, Virginia, le ofrece un trabajo en el surtidor; la atracción
mútua es evidente y esa noche, acaban haciendo el amor.
Días más tarde, Rosina les
sorprende besándose y acariciándose en un campo cercano y se marcha llorando
por la impresión recibida. En casa, Virginia le dice a Aldo que lo mejor para
todos es que la niña se marche con su madre.
Una vez solos, la situación se
deteriora y Aldo abandona a Virginia.
Pasa el tiempo y Aldo encuentra un
trabajo como mecánico y conoce a Andreina, una prostituta que vive en una casucha
cercana. Pronto, la muchacha muestra interés por el hombre y acaban intimando.
Un día, Aldo trata de evitar que
ella ejerza la prostitución, pero Andreina se niega. Abatido, abandona a la
muchacha y decide regresar a Goriano. Sus intentos de iniciar una nueva vida y
olvidar a Irma han fracasado.
Cuando llega al pueblo, Aldo va a
la casa de Irma y, escondido tras una ventana, la ve radiante con su nuevo bebé.
Es más de lo que puede soportar y se marcha hundido. La mujer lo ve irse y lo
sigue, llamándolo insistentemente, pero no consigue alcanzarlo y él,
desorientado, decide terminar con su desesperación.
Curiosidades
-La película está considerada como
una transición entre las raíces neorrealistas de Antonioni y sus trabajos
posteriores.
-En 1957, “Il grido” ganó el “Golden Leopard Award” en el Festival
Internacional de Cine de Locarno.
-En 1958, Gianni Di Venanzo,
obtuvo el “Silver Ribbon Award” a la mejor fotografía, premio del Sindicato
Nacional Italiano de Periodistas de Cine.
-Monica Vitti, futura musa de
Antonioni, interviene prestando su voz al personaje de Virginia.
-Existe una polémica sobre el
final de la película. Algunos críticos no se ponen de acuerdo sobre si Aldo se
suicida o, víctima del vértigo, cae involuntariamente desde la torre.
Dirección:
Michelangelo Antonioni
Guion:
Michelangelo Antonioni, Elio Bartolini, Ennio De Concini
Producción: Franco Cancellieri, Ralph Pinto
Año:
1957
Fotografía: Gianni Di Venanzo
Música:
Giovanni Fusco
Intérpretes: Steve
Cochran, Alida Valli, Dorian Gray, Lynn Shaw, Gabriella Pallotta, Pina
Boldrini, Mirna Girardi, Guerrino Campanilli, Betsy Blair, Gaetano Matteucci,
Elli Parvo, Lilia Landi, Pietro Corvelatti
Duración: 114 minutos
Duración: 114 minutos
1 comentario:
Muy buen trabajo. En mi país a un texto que cuenta el argumento entero de principio a fin le llamamos "resumen del argumento" o simplemente "argumento", y usamos "sinopsis" sólo para el avance sin spoiler del comienzo de la trama.
El film parece ser construido de manera muy meticulosa con el fin de presentar buenas caracterizaciones, estados de ánimo y situaciones de reflexión moral en el espectador.
Me gustaría verlo nuevamente si no fuera porque no tolero el ritmo de Antonioni para narrar. A ojos de otra gente esos silencios eternos constituyen mensajes profundos sobre la razón de ser de los personajes y la historia, yo no logro ver más que espacios blancos jeje.
Un saludo desde Argentina
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