-Otros han visto lo que es, y
preguntan por qué. Yo he visto lo que podría ser, y me he preguntado por qué
no.
-¿Qué queremos pintar, lo que hay
en la cara, lo que hay dentro de la cara, o lo que hay detrás de ella?
-El cuadro no es pensado y fijado
por adelantado: mientras se hace, sigue la movilidad del pensamiento. Una vez
terminado, cambia aún más, según el estado de quien lo mira. Un cuadro vive su
vida como un ser vivo, experimenta los cambios que la vida cotidiana nos
impone. Esto es lógico, ya que un cuadro sólo vive gracias a quien lo mira.
-Algunos pintores convierten el
sol en un punto amarillo; otros convierten un punto amarillo en el sol.
-¿Quien ve correctamente la cara
humana: el fotógrafo, el espejo, o el pintor?
-La libertad primero hay que
aceptarla, después planificarla y, finalmente, disfrutarla.
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