-El
persa dijo: Compraremos angur.
-El
árabe contestó: No, yo quiero inab.
-El
turco no estuvo de acuerdo y exclamó: De eso nada, yo comeré uzum.
-El
griego protestó diciendo: Lo que compraremos será stafil.
Como ninguno sabía lo que
significaban las palabras de los demás, comenzaron a pelear entre sí.
En esto, un hombre pasó por allí
y, al oír su acalorada discusión, les dijo:
-Yo
puedo satisfacer el deseo de todos ustedes, denme su dinero.
Los viajeros accedieron a la
solicitud del recién llegado. Al cabo de un rato, el hombre regresó con aquello
que todos habían mencionado sin saber que se referían a lo mismo: uvas.
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