*Entre dos soluciones, opta siempre por la más generosa.
*Solo si escuchamos podremos aprender. Y escuchar es un acto
de silencio; solo una mente serena, pero extraordinariamente activa puede
aprender.
*Para comprender la confusión y el sufrimiento que hay
dentro de nosotros, y por lo tanto en el mundo, hemos de comenzar por hallar
claridad dentro de nosotros mismos, y esa claridad surge del correcto pensar.
La claridad interior no puede organizarse, porque no puede recibirse ni darse a
otra persona. El pensamiento que se organiza colectivamente es una mera
repetición. La claridad no es el resultado de la afirmación verbal sino de la
comprensión de uno mismo y del recto pensar. A pensar correctamente no se llega
por el mero cultivo del intelecto, ni por la imitación de modelos, aunque éstos
sean dignos y nobles. El pensamiento correcto nace con el conocimiento propio.
Sin comprenderse uno a sí mismo no hay justificación para el pensamiento; sin
el conocimiento propio, lo que uno piensa no es verdadero.
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