-El pasado es un prólogo.
-El perdón cae como lluvia suave desde el cielo a la tierra. Es dos veces bendito; bendice al que lo da y al que lo recibe.
-El pesar oculto, como un horno cerrado, quema el corazón hasta reducirlo en cenizas.
-Él piensa mucho: hombres así son peligrosos.
-El pobre contento es rico y bien rico; quien nada en riquezas y teme perderlas es más pobre que el invierno.
-El que gusta de ser adulado es digno del adulador.
-El sabio no se sienta para lamentarse, sino que se pone alegremente a su tarea de reparar el daño hecho.
-El perdón cae como lluvia suave desde el cielo a la tierra. Es dos veces bendito; bendice al que lo da y al que lo recibe.
-El pesar oculto, como un horno cerrado, quema el corazón hasta reducirlo en cenizas.
-Él piensa mucho: hombres así son peligrosos.
-El pobre contento es rico y bien rico; quien nada en riquezas y teme perderlas es más pobre que el invierno.
-El que gusta de ser adulado es digno del adulador.
-El sabio no se sienta para lamentarse, sino que se pone alegremente a su tarea de reparar el daño hecho.
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