-La
vanidad hace siempre traición a nuestra prudencia y aún a nuestro interés.
-Lo peor que hacen los malos es obligarnos a dudar de los buenos.
-Los dictadores pueden reformar las leyes; pero no las costumbres.
-Más se unen los hombres para compartir un mismo odio que un mismo amor.
-Nada prende tan pronto de unas almas en otras como esta simpatía de la risa.
-Ningún vanidoso siente celos.
-No es humano el deber que por soñar con una humanidad perfecta es inexorable con los hombres.
-No hay nada que desespere tanto como ver mal interpretados nuestros sentimientos.
-Lo peor que hacen los malos es obligarnos a dudar de los buenos.
-Los dictadores pueden reformar las leyes; pero no las costumbres.
-Más se unen los hombres para compartir un mismo odio que un mismo amor.
-Nada prende tan pronto de unas almas en otras como esta simpatía de la risa.
-Ningún vanidoso siente celos.
-No es humano el deber que por soñar con una humanidad perfecta es inexorable con los hombres.
-No hay nada que desespere tanto como ver mal interpretados nuestros sentimientos.
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