-La
incredulidad resiste más que la fe, porque se sustenta de los sentidos.
-La peor forma de extrañar a alguien es estar sentado a su lado y saber que nunca lo podrás tener.
-La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda y cómo la recuerda para contarla.
-La vida no es sino una continua sucesión de oportunidades para sobrevivir.
-La vida no la enseña nadie.
-Le asustó la sospecha tardía de que es la vida, más que la muerte, la que no tiene límites.
-Lo más importante que aprendí a hacer después de los cuarenta años fue a decir no cuando es no.
-Lo que importa en la vida no es lo que te ocurre, sino lo que recuerdas y cómo lo recuerdas.
-Me desconcierta tanto pensar que Dios existe como que no existe.
-La peor forma de extrañar a alguien es estar sentado a su lado y saber que nunca lo podrás tener.
-La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda y cómo la recuerda para contarla.
-La vida no es sino una continua sucesión de oportunidades para sobrevivir.
-La vida no la enseña nadie.
-Le asustó la sospecha tardía de que es la vida, más que la muerte, la que no tiene límites.
-Lo más importante que aprendí a hacer después de los cuarenta años fue a decir no cuando es no.
-Lo que importa en la vida no es lo que te ocurre, sino lo que recuerdas y cómo lo recuerdas.
-Me desconcierta tanto pensar que Dios existe como que no existe.
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