-Ha disminuido considerablemente el
sentimiento de que las reglas deben cumplirse, gusten o no. Cuando no se
aprende a respetar al superior que impone las reglas es lógico que tampoco
estas merezcan ningún tipo de consideración y se piense que es normal y lógico,
incluso y divertido y gracioso, transgredirlas.
-Ha habido demasiada condescendencia hacia la camaradería, la tendencia a gustar y a ser simpático, cuando de lo que se trataba es de enseñar: enseñar nuevos conocimientos y enseñar a convivir. Lo único que ha conseguido la nueva educación ha sido acortar la distancia imprescindible entre educador y educando, entre el profesor y el alumno, una distancia mayor por descontado, que la que debe darse entre padres e hijos.
-La crisis económica pone de manifiesto mucha miseria, mucha desigualdad, y eso ha llevado a las personas a unirse.
-La democracia necesita una virtud: la confianza. Sin su construcción, no puede haber una auténtica democracia.
-Ha habido demasiada condescendencia hacia la camaradería, la tendencia a gustar y a ser simpático, cuando de lo que se trataba es de enseñar: enseñar nuevos conocimientos y enseñar a convivir. Lo único que ha conseguido la nueva educación ha sido acortar la distancia imprescindible entre educador y educando, entre el profesor y el alumno, una distancia mayor por descontado, que la que debe darse entre padres e hijos.
-La crisis económica pone de manifiesto mucha miseria, mucha desigualdad, y eso ha llevado a las personas a unirse.
-La democracia necesita una virtud: la confianza. Sin su construcción, no puede haber una auténtica democracia.
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