-No saber de uno mismo; eso
es vivir. Saber mal de uno mismo, eso es pensar.
-No siente la libertad quien nunca vivió oprimido.
-Nunca amamos a nadie: amamos, sólo, la idea que tenemos de alguien. Lo que amamos es un concepto nuestro, es decir, a nosotros mismos.
-Odiamos lo que casi somos.
-Para comprender, me destruí. Comprender es olvidarse de amar. No conozco nada más al mismo tiempo falso y significativo que aquel dicho de Leonardo da Vinci de que no se puede amar u odiar una cosa sino después de haberla comprendido.
-Para mí, la vida es como una posada del camino, donde debo demorarme hasta que llegue la diligencia del abismo.
-Pasar de los fantasmas de la fe a los espectros de la razón no es más que ser cambiado de celda.
-No siente la libertad quien nunca vivió oprimido.
-Nunca amamos a nadie: amamos, sólo, la idea que tenemos de alguien. Lo que amamos es un concepto nuestro, es decir, a nosotros mismos.
-Odiamos lo que casi somos.
-Para comprender, me destruí. Comprender es olvidarse de amar. No conozco nada más al mismo tiempo falso y significativo que aquel dicho de Leonardo da Vinci de que no se puede amar u odiar una cosa sino después de haberla comprendido.
-Para mí, la vida es como una posada del camino, donde debo demorarme hasta que llegue la diligencia del abismo.
-Pasar de los fantasmas de la fe a los espectros de la razón no es más que ser cambiado de celda.
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