*El dilema fundamental de la humanidad, el problema que
subyace a todos los demás y que destaca por encima de ellos, es precisar qué
puesto le corresponde al hombre en la naturaleza y cuál es su relación con el
Cosmos. El origen de nuestra especie, los límites que condicionan nuestro
influjo sobre la naturaleza y el de ésta sobre nosotros, el objetivo que
pugnamos por alcanzar, son problemas que se presentan una y otra vez, con
indeclinable vigor, a todos los seres vivos de la Tierra.
*El escepticismo es el más alto de los deberes; la fe ciega
es el único pecado imperdonable. Y no puede ser de otra manera, pues cada gran
avance en el conocimiento de la naturaleza ha involucrado el rechazo completo a
la autoridad, el apego al escepticismo más agudo, la aniquilación del espíritu
de fe ciega.
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