*Todas las religiones, con sus
dioses, semidioses, profetas, mesías y santos son el producto del capricho y la
credulidad del hombre quien no ha alcanzado todavía el desarrollo total y la
personalidad completa de sus poderes intelectuales.
*La libertad, la moralidad y la
dignidad humana del individuo consisten precisamente en que haga el bien no
porque esté forzado a hacerlo, sino porque libremente lo conciba, lo quiera y
lo ame.
*Al buscar lo imposible el hombre
siempre ha realizado y reconocido lo posible. Y aquellos que sabiamente se han
limitado a lo que creían posible, jamás han dado un solo paso adelante.
*El pueblo, por desgracia, es
todavía muy ignorante, y es mantenido en su ignorancia por los esfuerzos
sistemáticos de todos los gobiernos, que consideran esta ignorancia como una de
las condiciones más esenciales de su propia potencia.
*Reemplazar la solidaridad natural
por la práctica hipócrita y malsana de las comunidades religiosas, en las que bajo
la apariencia de la caridad, cada cual piensa sólo en la salvación de su alma:
egoísmo humano altamente refinado.
*No soy verdaderamente libre más
que cuando todos los seres humanos que me rodean, hombres y mujeres, son
igualmente libres.
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