Nuestros libros darán testimonio a favor o en contra de cada uno de nosotros, nuestros libros reflejan quiénes somos y quiénes hemos sido, nuestros libros contienen la cuota de páginas que nos ha concedido el Libro de la Vida. Por los libros que llamamos nuestros seremos juzgados.
Lo que convierte a una biblioteca en un reflejo de su dueño no es sólo la selección de títulos, sino también el entramado de asociaciones que implica su elección. Nuestra experiencia se levanta sobre la experiencia, nuestra memoria, sobre otras memorias. Nuestros libros se añaden a otros libros que los trasforman o los enriquecen, que les otorgan una cronología distinta de la que encontramos en los diccionarios literarios.
*Extracto de "La biblioteca de noche" (La biblioteca como mente)
No hay comentarios:
Publicar un comentario