Esfera de color
Sentado. Relajado. Deja que la respiración fluya por sí sola, sin tratar de controlarla.
Piensa en un color, preferiblemente uno que no sea energético (rojo, naranja o amarillo). Ahora, imagina una esfera del color elegido y dótala de las características que te sean más agradables: tamaño, textura, temperatura, distancia a ti...etc. Visualízala mientras dure toda la sesión, concentrándote en percibirla lo más nítida posible, sin más.
*Al emplearse un objeto de meditación no físico, esta técnica resulta ser más compleja.
Es aconsejable, en esta primera práctica con objeto mental, que las características de la esfera sean simples.
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