Mantra OM
OM es un vocablo único; pronunciado regularmente y de la forma adecuada, proporciona innumerables beneficios tanto en el plano físico como en el mental.
Su práctica es mejor realizarla siguiendo las recomendaciones que se han dado para el resto de las técnicas meditativas, pero como se indicará más adelante, también puede realizarse (si se practica para relajación), en las circunstancias y situaciones menos favorables que suelen darse en la vida cotidiana.
Mantra OM como técnica de relajación
Pensemos que nos encontramos en una situación propicia.
La boca permanecerá entreabierta lo justo para dejar que pase el aire. Después de inspirar profundamente, expulsar lentamente el aliento emitiendo una “O...” prolongada, alargándola lo máximo que se pueda hasta vaciar completamente los pulmones. El sonido debe ser tan grave, lento y uniforme como sea posible. Este “O...” hace que vibren las cuerdas vocales y toda la estructura de la caja torácica. Para comprobar que se hace de la forma correcta colocaremos una mano sobre el tórax y sentiremos esa vibración.
Antes de finalizar la espiración cerrar la boca y, contrayendo los abdominales, terminar de exhalar los últimos restos de aire musitando una “mmm...” que haga zumbar suavemente el cráneo. De nuevo, para comprobar que se hace de la forma correcta, colocar la otra mano en lo alto de la cabeza, dónde se debe percibir también dicha vibración.
Si bien todo el proceso inspiración-espiración debe realizarse cuidadosamente, es en la espiración dónde radica la efectividad de la práctica y dónde hay que poner la máxima atención.
Aunque la emisión del sonido frena por sí misma la cantidad de aire, la espiración debemos conseguir que sea lenta; es entonces cuando el sonido se hace uniforme y la emisión regular y desprovista de sacudidas.
Al cesar el OM, podemos tener la certeza de haber vaciado los pulmones al máximo, lo que influye inmediatamente en la siguiente inspiración que, automáticamente, se vuelve amplia y profunda.
El proceso puede repetirse tantas veces como se desée, mientras uno se sienta cómodo.
Efectos
Los efectos beneficiosos son tan importantes a nivel mental como físico.
En nuestro civilizado cerebro, el contenido mental está constituido sobre todo por palabras. Aún al margen de toda conversación o lectura, nos hablamos interiormente de continuo; la palabra pensada reprime muchas veces la imagen mental.
Es evidente que el OM no puede ser emitido de manera audible sino en la espiración; sin embargo, hay que intentar escucharlo mentalmente al inspirar, de tal manera que en todo el proceso percibamos dos escuchas de la sílaba, una auditiva en la espiración y otra mental en la inspiración.
La calma mental será inmediata si se realiza la práctica de esta forma y, sin duda, sus efectos nos acompañarán durante todo el día.
La práctica en situaciones no muy favorables
Si nos encontramos en algún lugar dónde no es posible o prudente emitir el sonido durante la espiración, aún podemos realizar la misma práctica, pero repitiendo OM interiormente.
Tanto si emites OM física como mentalmente, coge el hábito de hacerlo habitualmente y la paz interior te acompañará por largo tiempo.
Mantra OM como técnica de meditación
Esta técnica tiene la ventaja de que, además de emplearse como método de relajación y de calma mental, puede servirnos también como técnica de meditación.
En efecto, todo lo expresado hasta ahora, puede realizarse también como práctica meditativa; es decir, concentrándonos y observando el proceso completo; la profunda inspiración y la lenta expulsión del aire.
Si prestamos atención comprobaremos como el largo “O...M” ocupa por completo el campo de la conciencia, lo que puede inducirnos a estados meditativos; lo mismo que hacen las otras técnicas.
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