-El amor puede y suele ser tan
aterrador como la muerte pero encubre la verdad bajo oleadas de deseo y
entusiasmo.
-Practicar el arte de la vida,
hacer de la propia vida una “obra de arte” equivale en nuestro mundo moderno
líquido a permanecer en un estado de transformación permanente, a redefinirse
perpetuamente transformándose (o al menos intentándolo) en alguien distinto del
que se ha ido hasta ahora.
-Cuando los amantes se sienten inseguros
tienden a comportarse de manera poco constructiva tratando de complacer o
controlar.
-Con nuestro “culto a la satisfacción
inmediata”, muchos de nosotros “hemos perdido la capacidad de esperar”.
-Las promesas de compromiso en una relación
una vez establecida no significan nada a largo plazo.
-Uno nunca puede estar seguro de lo que debe
hacer y jamás tendrá la certeza de que ha hecho lo correcto.
-El amor no encuentra su sentido en el ansia
de cosas hechas sino en el impulso a participar en la construcción de esas cosas.
-Si quiere que su relación sea plena, no se
comprometa no exija compromiso. Mantenga todas sus puertas abiertas
permanentemente.
-Nos hallamos en una situación en la que, de
modo constante, se nos incentiva y predispone a actuar de manera egocéntrica y
materialista.
-Si la felicidad prevista no llega a
materializarse, siempre está la posibilidad de echarle la culpa a una elección
equivocada antes que a nuestra incapacidad para vivir a la altura de las
oportunidades que se nos ofrecen.
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