domingo, 18 de enero de 2015

Derechos animales - Jiddu Krishnamurti (1895-1986)

*A los seres humanos les gusta matar, ya sea matarse entre ellos o matar en lo profundo del bosque, a un inocente ciervo de ojos brillantes, a un tigre que ha cobrado una presa de ganado; atropellan deliberadamente con el automóvil a una serpiente que se halla en el camino, arman una trampa y en ella caen un lobo o un coyote. Personas bien vestidas salen riendo provistas de sus valiosas escopetas y matan pájaros que recientemente estaban llamándose unos a otros. Un muchacho mata con su carabina neumática a un parlanchín grajo azul y los mayores que lo rodean jamás tienen una palabra de compasión, no lo reprenden, por el contrario, elogian su buena puntería. Matar por lo que llaman deporte, matar para comer, matar por el país de uno, matar por la paz. No hay mucha diferencia entre estas cosas. Justificarlas no es la respuesta. Solo hay una: no matar.

*En occidente, pensamos que los animales existen para el bien de nuestros estómagos o para satisfacer nuestro placer de matar o para nuestros abrigos de piel. En oriente se ha enseñado durante siglos y todos los padres lo han repetido: no mates, sé piadoso, sé compasivo. Aquí, consideran que los animales carecen de alma, de modo que pueden matárselos con impunidad, allá, consideran que los animales tienen alma, de modo que los estiman y dejan que sus corazones conozcan el amor. Comer animales, pájaros, es visto aquí como algo normal, como una cosa natural aprobada por la iglesia y por los anuncios comerciales, allá no lo es, y las personas reflexivas, religiosas, por tradición y cultura no lo hacen, pero eso también se está acabando rápidamente. Aquí siempre hemos matado en el nombre de Dios y del país, y ahora eso ocurre en todas partes. La matanza se está extendiendo, casi de la noche a la mañana las antiguas culturas son dejadas de lado, y se nutren cuidadosamente y se fortalecen la eficiencia, la crueldad y los medios de destrucción. La paz no está en el político o en el sacerdote, ni con el abogado o el policía. La paz es un estado de la mente, un estado que existe cuando hay amor.

*Si uno pierde el contacto con la naturaleza, pierde el contacto con la humanidad. Si no hay relacion con la naturaleza, nos convertimos en asesinos; entonces matamos a cachorros de foca, a las ballenas, a los delfines y al hombre,  ya sea por provecho propio, por "deporte", por comida o en aras del conocimiento. Entonces la naturaleza se asusta de nosotros y repliega su belleza. Podremos hacer largas caminatas por los bosques o acampar en lugares encantadores, pero somos asesinos y así hemos perdido la amistad de la naturaleza. Es probable que no estemos relacionados con nada, ni siquiera con nuestra esposa o nuestro marido.

*Si pudiéramos establecer una relación profunda y duradera con la naturaleza, jamás mataríamos a un animal para satisfacer nuestro apetito, jamás haríamos daño a un mono, a un perro, a un conejillo de indias practicando en ellos la vivisección para nuestro propio beneficio. Encontraríamos otros medios para curar nuestras heridas, nuestros cuerpos. Pero la curación de la mente es algo por completo distinto.

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