La hoja de un árbol puede ocultar la luna. Si ponemos la
hoja delante de nuestros ojos, está tan cerca que no podemos verla como es. Sin
embargo, si la alejamos de nosotros, podemos ver la hoja tal como es. Eso mismo
sucede con todas las cosas.
Las montañas, los ríos, la luna, las nubes...todo se vuelve
visible si nos quitamos la hoja de nuestros ojos.
Cuando se trata de cosas de nuestra propia vida, también
pueden estar demasiado cerca para que podamos verlas con la perspectiva
apropiada...Pero si las vemos con la distancia justa, apreciaremos el
maravilloso paisaje que nos rodea.
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