-No creo en dios, no lo necesito y además soy buena persona.
Por lo menos estoy a salvo de ser intolerante. Los ateos somos las personas más
tolerantes del mundo. Un creyente fácilmente pasa a la intolerancia. En ningún
momento de la historia, en ningún lugar del planeta, las religiones han servido
para que los seres humanos se acerquen unos a los otros. Por el contrario, sólo
han servido para separar, para quemar, para torturar.
-No es que sea pesimista, es que el mundo es pésimo.
-Dentro de nosotros existe algo que no tiene nombre y eso es
lo que realmente somos.
-La vejez empieza cuando se pierde la curiosidad.
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