-Lo que distingue las mentes
verdaderamente originales no es que sean la primeras en ver algo nuevo, sino
que son capaces de ver como nuevo lo que es viejo, conocido, visto y
menospreciado por todos.
-Lo que hacemos no es nunca
comprendido, y siempre es acogido sólo por los elogios o por la crítica.
-Lo que más me molestó no es que
me hayas mentido sino que, de aquí en adelante, no podré creer en ti.
-Lo que un teólogo siente como
verdadero, eso es, necesariamente, falso: en esto se tiene casi un criterio de
verdad.
-Los monos son demasiado buenos
para que el hombre pueda descender de ellos.
-Los que más han amado al hombre
le han hecho siempre el máximo daño. Han exigido de él lo imposible, como todos
los amantes.
-Mientras el sacerdote, ese
negador, calumniador, envenenador profesional de la vida, siga
siendo considerado como una especie superior de hombre, no habrá respuesta a la
pregunta: ¿qué es la verdad?
No hay comentarios:
Publicar un comentario