El
idioma español es el más blasfematorio del mundo. La blasfemia española asume
fácilmente la forma de un largo discurso en el que tremendas obscenidades,
relacionadas principalmente con Dios, Cristo, el Espíritu Santo, la Virgen y
los Santos Apóstoles, sin olvidar al Papa, pueden encadenarse y formar frases
escatológicas e impresionantes. La blasfemia es un arte español.
(Mi último suspiro)
(Mi último suspiro)
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