miércoles, 26 de noviembre de 2014

Reflexiones e Ideas - La filosofía del ateísmo (Fragmento) - Emma Goldman (1869-1940)

¿No insisten todos los teístas en que no puede haber ninguna moralidad, ninguna justicia, honestidad o fidelidad sin la creencia en un Poder Divino? Basada en el temor y la esperanza, tal moralidad siempre ha sido un producto vil, imbuido en parte con la justicia propia, en parte con la hipocresía. En cuanto a la verdad, la justicia y la fidelidad, ¿quiénes han sido sus valientes exponentes, valientes y atrevidos pregoneros? Casi siempre los ateos: los ateos; vivieron, lucharon y murieron por ellos. Ellos sabían que la justicia, la verdad y la fidelidad no son acondicionadas en el cielo, sino que están relacionadas y entrelazadas con los tremendos cambios que suceden en la vida social y material de la raza humana, no fija y eterna, sino fluctuante, incluso como la vida misma. Sobre las alturas que la filosofía del ateísmo puede todavía lograr, nadie puede profetizar. Pero algo se puede prever: sólo por su fuego regenerante, las relaciones humanas serán purgadas de los horrores del pasado.
Las personas inteligentes están empezando a darse cuenta que los preceptos morales, impuestos a la humanidad a través del terror religioso, se han convertido en estereotipos y, en consecuencia, han perdido toda su vitalidad. Una mirada a la vida de hoy, en su carácter de desintegración, en sus intereses en conflicto con sus odios, sus crímenes y su codicia, basta para demostrar la esterilidad de la moralidad teísta. El hombre debe volver a sí mismo antes de que pueda aprender de su relación con sus compañeros. Prometeo encadenado a la Roca de la Eternidad está condenado a seguir siendo presa de los buitres de la oscuridad. Separad a Prometeo, y disipará la noche y sus horrores. El ateísmo, con su negación de los dioses, es a la vez la afirmación más vigorosa del ser humano y, a través de éste último, el sí eterno a la vida, al sentido y a la belleza.

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