*...Algunas costumbres de nuestra era serán consideradas sin
duda bárbaras por generaciones posteriores: quizá permitir el soborno y la
corrupción como medio de vida; o tener animales domésticos; o comer animales y
enjaular chimpancés...
*Los humanos, que esclavizan, castran, experimentan y descuartizan otros animales, prefieren pretender que los animales no sienten dolor. Esta distinción entre humanos y ‘animales’ es esencial si vamos a hacer con ellos lo que queramos, hacerlos trabajar, llevarlos puestos y comerlos, sin la preocupante sensación de culpa o remordimiento. Es indecoroso de nuestra parte, insistir que sólo los humanos sufren, si nosotros mismos nos portamos de una manera tan indiferente frente a los demás animales. El comportamiento de otros animales vuelve falsas tales pretensiones. Ellos se parecen demasiado a nosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario