Un día el maestro estaba sentado tranquilamente con las
piernas cruzadas, cuando vino un monje y le dijo:
-¿Qué
piensas en esta inmovilidad?
El maestro respondió:
-Pienso en
lo que está más allá del pensamiento.
-¿Y cómo te
las arreglas para pensar en lo que está más allá del pensamiento?
-No pensando.
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