-La juventud es la edad de los sacrificios
desinteresados, de la ausencia de egoísmo, de los excesos superfluos.
-La rueda es el símbolo de la vida. Creemos avanzar cuando nos movemos, y cuando la rueda da la vuelta completa, nos encontramos en el mismo sitio.
-La tristeza ablanda el ánimo y hace buscar como una sombra refrescante la amistad de los humildes.
-La vejez se consuela dando buenos consejos por no poder dar ya buenos ejemplos.
-Mi dios no me conoce, no conoce a nadie. Es ciego y sordo para los humanos, como lo son las fuerzas de la naturaleza.
-Ningún pueblo del mundo merece con justicia el origen que ostenta.
-Nuestra vida nunca es rectilínea ni la gobierna la lógica.
-La rueda es el símbolo de la vida. Creemos avanzar cuando nos movemos, y cuando la rueda da la vuelta completa, nos encontramos en el mismo sitio.
-La tristeza ablanda el ánimo y hace buscar como una sombra refrescante la amistad de los humildes.
-La vejez se consuela dando buenos consejos por no poder dar ya buenos ejemplos.
-Mi dios no me conoce, no conoce a nadie. Es ciego y sordo para los humanos, como lo son las fuerzas de la naturaleza.
-Ningún pueblo del mundo merece con justicia el origen que ostenta.
-Nuestra vida nunca es rectilínea ni la gobierna la lógica.
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