-La eternidad no es un tiempo eterno, sino
el presente real, imperturbable e indestructible. El presente es lo único que
no tiene fin.
-La infelicidad y la insatisfacción con la vida no son signos de enfermedad mental, sino de creciente inteligencia.
-La mayoría de las disciplinas intelectuales occidentales no tratan del “mundo propiamente dicho” y de lo que se ocupan es de las representaciones simbólicas de dicho mundo. Por muy detalladas e ilustradas que sean dichas representaciones, no pasan de ser simplemente eso: meras representaciones.
-La persona más desarrollada es aquella que puede ponerse en el lugar del mayor número de personas.
-Las creencias explican los misterios de forma mítica, no de la forma de la experiencia directa.
-No se puede tener desarrollo exterior sin desarrollo interior para mantenerlo en su lugar.
-Todo sucede como si de un modo deliberado nos estuviéramos pellizcando dolorosamente a nosotros mismos y pretendiéramos, al mismo tiempo, que no es así.
-La infelicidad y la insatisfacción con la vida no son signos de enfermedad mental, sino de creciente inteligencia.
-La mayoría de las disciplinas intelectuales occidentales no tratan del “mundo propiamente dicho” y de lo que se ocupan es de las representaciones simbólicas de dicho mundo. Por muy detalladas e ilustradas que sean dichas representaciones, no pasan de ser simplemente eso: meras representaciones.
-La persona más desarrollada es aquella que puede ponerse en el lugar del mayor número de personas.
-Las creencias explican los misterios de forma mítica, no de la forma de la experiencia directa.
-No se puede tener desarrollo exterior sin desarrollo interior para mantenerlo en su lugar.
-Todo sucede como si de un modo deliberado nos estuviéramos pellizcando dolorosamente a nosotros mismos y pretendiéramos, al mismo tiempo, que no es así.
No hay comentarios:
Publicar un comentario