Un joven llegó a la entrada de un pueblo y acercándose a un
anciano le preguntó:
-¿Qué clase de persona vive en
este lugar?
El anciano respondió con otra pregunta:
-¿Qué clase de persona vive en el
lugar de donde tú vienes?
-Bueno, un grupo de egoístas y
malvados –replicó el joven-. Estoy feliz de haberme ido de allí.
A lo que el anciano contestó
-Lo mismo vas a encontrar aquí.
Ese mismo día, otro joven se acercó al anciano y preguntó:
-¿Qué clase de personas viven en
este lugar?
El viejo respondió con la misma pregunta:
-¿Qué clase de personas viven en
el lugar de donde tú vienes?
El joven entonces le dijo:
-Gente magnífica, honesta,
amigable, hospitalaria, me duele mucho haberlos dejado.
-Lo mismo encontrarás aquí
-respondió el anciano.
Un hombre que había oído ambas conversaciones preguntó al
viejo:
-¿Cómo es posible dar dos
respuestas diferentes a la misma pregunta?
A lo cual el anciano respondió:
-Cada cual lleva en su corazón el
medio ambiente donde vive. Aquel que no encontró nada nuevo en los lugares
donde estuvo, no podrá encontrar otra cosa aquí. Aquel que encontró un amigo
allá, podrá encontrar también amigos aquí, porque la actitud mental es lo único
en tu vida sobre lo cual puedes mantener control absoluto.
1 comentario:
señorrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr no entendi ni pedpoooooooo xdddddddddddddddddd sssosso un pendejjjjj y la quesoporteeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee
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