*Hasta el día de hoy no he
conocido a nadie que no haya gobernado algún Estado. No hablo desde luego de
los señores ministros, que gobiernan efectivamente, los unos dos o tres años,
los otros seis meses y otros seis semanas; hablo de todos los demás hombres
que, a la hora de cenar o en su gabinete, exponen su sistema de gobierno y
reforman los ejércitos, la Iglesia, la magistratura y las finanzas.
*Hay alguien tan inteligente que
aprende de la experiencia de los demás.
*Hay quienes sólo utilizan las
palabras para disfrazar sus pensamientos.
*La civilización no suprimió la
barbarie; la perfeccionó e hizo más cruel y bárbara.
*La escritura es la pintura de la
voz.
*La esperanza es una virtud
cristiana que consiste en despreciar todas las miserables cosas de este mundo
en espera de disfrutar, en un país desconocido, deleites ignorados que los
curas nos prometen a cambio de nuestro dinero.
*La estupidez es una enfermedad
extraordinaria: no es el enfermo el que sufre por ella, sino los demás.
*La felicidad nos espera en algún
sitio a condición de que no vayamos a buscarla.
*La gente busca la felicidad como
un borracho busca su casa, sabe que existe pero no la encuentra.
*La ignorancia afirma o niega rotundamente; la Ciencia duda.
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