...”Recordemos
que en el yoga todos los pasos dados han sido diseñados para acondicionar el
cuerpo y la mente para las prácticas internas de meditación profunda (Dhyana y Samâdhi). Pero no es posible
pasar directamente de las asanas (posturas corporales) a la meditación; se
necesita que tanto la respiración como los sentidos estén bajo control de la
forma adecuada.
El punto de transición entre ambos componentes, físico y
mental, lo constituye el quinto
miembro del Ashtânga Yoga,
Pratyâhâra”.
*Técnica 1
-Tomar un reloj analógico de pulsera. Colocarlo junto al
oído y concentrarse en el tic-tac. Encender un aparato de música con una
grabación de melodía homogénea, sin altos ni bajos, y colocarla con un volumen
bajo. Tener cuidado de no dejar de escuchar el tic-tac del reloj. Luego ir
aumentando lentamente el volumen de la música, pero sin perder el sonido del
reloj. Cuando el volumen ya esté al máximo, comenzar a apartar el reloj,
despacio, siempre sin perder la audición selectiva del tic-tac. Cuando el brazo
esté totalmente extendido, el sonido al máximo y puedas seguir escuchando el
ruido del reloj, el ejercicio habrá alcanzado su punto culminante.
*Técnica 2
-Sentarse como si se fuera a meditar, cerrando los ojos. El
ejercicio consiste en tratar de no oir ningún sonido externo. No será fácil
conseguirlo, pero con constancia se logrará.
Más tarde, cuando se tenga práctica, el siguiente objetivo será
conseguir también la abstracción de los otros sentidos: visión, olfato, paladar
y tacto.
*Un sabio hindú dijo en cierta ocasión que “si miras una pared y tienes la atención puesta permanentemente en otra
cosa (estado de Pratyâhâra), la pared se transforma también en esa cosa. Todo
empieza a ser esa cosa”.
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