No te pido que me des un beso.
No te disculpes conmigo cuando
pienso que te equivocaste.
Ni siquiera te pediré que me
abraces cuando más lo necesito.
No te pido que me digas lo hermosa
que soy, aunque sea mentira, ni de escribirme nada bueno.
Ni siquiera te voy a pedir que me
llames para decirme cómo estuvo tu día, ni de decirme que me extrañas.
No te voy a pedir que me agradezcas
por todo lo que hago por ti, ni que te preocupes por mí cuando mi ánimo está por
los suelos, y por supuesto, no te voy a pedir que me apoyes en mis decisiones.
Ni siquiera te pediré que me
escuches cuando tengo mil historias que contarte.
No te voy a pedir que hagas nada,
ni siquiera que estés a mi lado para siempre.
Porque si tengo que pedírtelo,
entonces ya no lo quiero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario