-El hombre es la medida de todas
las cosas, como decía el filósofo clásico. Pero ahora la manía es olvidarse de
él, sepultarlo bajo un alud de cosas. Se debe viajar con la Kodak, pues se
trata de que la cámara vea; se enferma de fracaso si no se tienen papeles en el
banco o un automóvil impresionante; se agotan las vidas en acumular títulos,
pesetas, cintajos, chirimbolos, citas en los periódicos… ¡Como si lo esencial
no fuese justamente lo contrario: rodear cosas del hombre!
-El miedo es mucho más fuerte casi, desgraciadamente que el altruismo, que
el amor, que la bondad.
-El miedo hace que no se reaccione, el miedo hace que no se siga
adelante.
-El niño siempre anda buscando.
Entonces, si no se siente buscado, por fuerza pensará que el mundo falla y le
rechaza.
-El sistema actual está dominado
por otras tres palabras mágicas: Productividad, competitividad e innovación,
que deberían ser sustituidas por repartición, cooperación y recreación.
-El sistema de vida occidental se
acaba.
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