Un día, se encontró con un joven y
le dijo:
-Tengo
un tambor tan enorme que su sonido se puede escuchar a más de mil kilómetros.
El estudiante repuso sonriente:
-Pues,
amigo, yo tengo una vaca de tamaño tan descomunal que cuando anda y apoya las
patas delanteras, luego tarda todo un día en apoyar las patas traseras.
El hombre protestó:
-¡No
puede haber vacas tan grandes!
Y el estudiante dijo:
-¿Ah
no? Entonces, dime, ¿de dónde crees que sacan la piel para hacer tu tambor?
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