*Yo soy yo y mi
circunstancia.
*Siempre que enseñes, enseña
a la vez a dudar de lo que enseñes.
*Nuestras convicciones más arriesgadas, más indubitables, son las más
sospechosas. Ellas constituyen nuestro límite, nuestros confines, nuestra
prisión.
*Algunas personas enfocan su
vida de modo que viven con entremeses y guarniciones. El plato principal nunca
lo conocen.
*Con la moral corregimos los
errores de nuestros instintos, y con el amor los errores de nuestra moral.
*Cuando la gente está de
acuerdo conmigo siempre, siento que debo haberme equivocado.
*Cuando un loco o un imbécil se convence de algo, no se da por convencido
él sólo, sino que al mismo tiempo cree que están convencidos todos los demás
mortales.
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