sábado, 9 de marzo de 2013

Relajación mediante la Autosugestión

*Consideraciones a tener en cuenta antes de empezar:
            -Tumbarse boca arriba en el suelo.
            -Respirar por la nariz suave y lentamente.
            -El cuerpo debe permanecer quieto, sin gastar ninguna energía.
            -Los brazos forman un ángulo de 45º.
            -Las manos se mantienen relajadas, con los dedos ligeramente curvados.
            -Hay que procurar que los músculos de las pantorrillas permanezcan relajados.
            -Las piernas quedan separadas unos 50 cm.
            -Los pies relajados, con los dedos apuntando ligeramente hacia los lados.
            -El proceso de autosugestión debe hacerse mentalmente, no hay necesidad alguna de mover el cuerpo.
            -Lo ideal sería intentar memorizar el recorrido empleado visualizándolo y una vez aprendido, seguirlo en cada sesión rutinariamente.

*Autosugestión:
            -Empezando por los dedos de los pies, siente como si una ola de relajación fuera invadiendo todo tu cuerpo. Relaja mentalmente cada uno de los dedos, luego los pies. Relájalos completamente.
            -Siente cómo la relajación va ascendiendo por las piernas, relajando las pantorrillas, las rodillas y los muslos. Siente cómo llega a las caderas y a la región abdominal. Relaja todos los órganos internos.
            -Relaja las nalgas y nota cómo la tensión va escapando lentamente de todas las zonas de la espalda. A medida que tu cuerpo se va relajando, siente como si te estuvieras hundiendo en el suelo.
            -Siente cómo la relajación llega al pecho, mientras respiras lenta y suavemente.
            -Presta atención a los dedos de las manos, relájalos uno por uno. A continuación, relaja las manos. Siente la relajación ascender por los brazos, relajando a su paso las muñecas y los antebrazos, hasta llegar a los hombros.
            -Relaja los hombros. Siente esa ola de relajación desplazarse por el cuello en dirección a la cabeza.
            -Relaja la cara y la cabeza. Empieza por la mandíbula y deja la boca entreabierta. Relaja la lengua y los músculos de la parte posterior de la garganta. Relaja la barbilla y las mejillas y después, los ojos y las cejas, la frente y el cuero cabelludo.
            -Visualiza todo tu cuerpo en general y siente la relajación como algo etéreo que lo rodea y protege cálidamente.
-Por último, relaja tu mente. Todas tus preocupaciones han desaparecido. Deja que todo tu ser permanezca en este estado de relajación al menos durante otros cinco minutos.

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