-Los problemas se solucionan, no por dar
nueva información, sino ordenando lo que siempre hemos conocido.
-Me siento inclinado a decir que la expresión lingüística correcta del milagro de la existencia del mundo -a pesar de no ser una proposición el lenguaje- es la existencia del lenguaje mismo.
-Mis proposiciones esclarecen porque quien me entiende las reconoce al final como absurdas, cuando a través de ellas -sobre ellas- ha salido fuera de ellas.
-Nada es tan difícil como no engañarse a uno mismo.
-¡No juegues con las profundidades de otro!
-No nos damos cuenta de la prodigiosa diversidad de juegos de lenguaje cotidianos porque el revestimiento exterior de nuestro lenguaje hace que parezca todo igual.
-Me siento inclinado a decir que la expresión lingüística correcta del milagro de la existencia del mundo -a pesar de no ser una proposición el lenguaje- es la existencia del lenguaje mismo.
-Mis proposiciones esclarecen porque quien me entiende las reconoce al final como absurdas, cuando a través de ellas -sobre ellas- ha salido fuera de ellas.
-Nada es tan difícil como no engañarse a uno mismo.
-¡No juegues con las profundidades de otro!
-No nos damos cuenta de la prodigiosa diversidad de juegos de lenguaje cotidianos porque el revestimiento exterior de nuestro lenguaje hace que parezca todo igual.
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