-Algo se había roto: un corazón se rompe
más silenciosamente que un vaso de vidrio, no causa el estruendo con que se
despide de la vida un objeto precioso: se va en silencio y deja silencio al
desaparecer. Deja estupefacción porque no sólo ya no es lo que era, sino que ya
no es lo que iba a ser...
-Claro que hay que romper las barreras, pero ¿con qué ariete?
-El libro es fuerza, es valor, es alimento; antorcha del pensamiento y manantial del amor.
-Era una mujer; pero lo era sin duda por un error de la naturaleza.
-Las ilusiones puestas en un ideal no son las temibles. El ideal no defrauda: si no es el ideal de un cretino.
-Si yo hubiera tenido uno de esos cuerpos que permiten a una mujer ponerse en cualquier postura, no habría temido nunca llamar la atención sobre mí.
-Un corazón se rompe más silenciosamente
que un vaso de vidrio, no causa el estruendo con que se despide de la vida un
objeto precioso: se va en silencio y deja silencio al desaparecer. Deja estupefacción
porque no solo ya no es lo que era, sino que ya no es lo que iba a ser.
-Yo no sé cómo acabará esto -nuestro exilio, si es que puede acabar-, pero en el mejor de los casos, la destrucción cotidiana nos está dejando irreconocibles.
-Claro que hay que romper las barreras, pero ¿con qué ariete?
-El libro es fuerza, es valor, es alimento; antorcha del pensamiento y manantial del amor.
-Era una mujer; pero lo era sin duda por un error de la naturaleza.
-Las ilusiones puestas en un ideal no son las temibles. El ideal no defrauda: si no es el ideal de un cretino.
-Si yo hubiera tenido uno de esos cuerpos que permiten a una mujer ponerse en cualquier postura, no habría temido nunca llamar la atención sobre mí.
-Yo no sé cómo acabará esto -nuestro exilio, si es que puede acabar-, pero en el mejor de los casos, la destrucción cotidiana nos está dejando irreconocibles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario