-Cuando a la filosofía se le pregunta: ¿Cómo hacerlo? Nos desarman. La
filosofía carece de respuestas prácticas. Por eso no es autoayuda.
-Desde hace unos años el lenguaje de las emociones se ha impuesto en todos los campos, para poner de relieve que lo emotivo ha sido un aspecto incomprensiblemente ignorado por las ciencias sociales y humanas. Puede que la más culpable del error sea la filosofía misma, que, incluso en la antigüedad (cuando la ética olvidaba menos el componente sentimental de la conducta) a los sentimientos los llamó "pasiones", subrayando con ello el carácter pasivo de los mismos y el hecho de que la persona los padecía como algo inevitable y, con frecuencia, molesto y perjudicial.
-Educar emocionalmente implica tanto determinar qué debe emocionarnos, como la medida en que debemos emocionarnos.
-Educar es siempre ir a la contra, contra la corriente dominante. Si no fuera así, no sería necesario educar, lo haría el entorno o la sociedad en general.
-Desde hace unos años el lenguaje de las emociones se ha impuesto en todos los campos, para poner de relieve que lo emotivo ha sido un aspecto incomprensiblemente ignorado por las ciencias sociales y humanas. Puede que la más culpable del error sea la filosofía misma, que, incluso en la antigüedad (cuando la ética olvidaba menos el componente sentimental de la conducta) a los sentimientos los llamó "pasiones", subrayando con ello el carácter pasivo de los mismos y el hecho de que la persona los padecía como algo inevitable y, con frecuencia, molesto y perjudicial.
-Educar emocionalmente implica tanto determinar qué debe emocionarnos, como la medida en que debemos emocionarnos.
-Educar es siempre ir a la contra, contra la corriente dominante. Si no fuera así, no sería necesario educar, lo haría el entorno o la sociedad en general.
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