miércoles, 11 de diciembre de 2019

Reflexiones e Ideas - Epicteto 2 (55-135)


-Acusar a los demás de nuestras desgracias es una prueba de la ignorancia humana; acusarnos a nosotros mismos significa empezar a entender; no acusar ni a los demás ni a nosotros mismos es la verdadera sabiduría.

-Acusar a otros por la propia desgracia es una señal de falta de educación. Acusarse a sí mismo muestra que la educación de uno ha comenzado. No acusar ni a uno mismo ni a otros demuestra que la educación de uno está completa.

-Así como el Sol no espera que las oraciones y conjuros se levanten, sino que resplandece y es bien recibido por todos: así que tú tampoco esperes aplaudir y gritar y alabar para cumplir con tu deber; no, haz el bien por tu propia voluntad, y serás amado como el Sol.

-Así como hay un arte de bien hablar, existe un arte de bien escuchar.

-Controla tus pasiones para que no te venzan.

-Cualquier persona capaz de molestarte se convierte en tu maestro; alguien puede molestarte solo cuando te permites ser molestado por él.

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