Los únicos verbos que en la lengua actual presentan dos
participios, uno regular y otro irregular, son imprimir (imprimido/impreso), freír (freído/frito) y proveer (proveído/provisto),
con sus respectivos derivados. Los dos participios pueden utilizarse
indistintamente en la formación de los tiempos compuestos y de la pasiva
perifrástica, aunque la preferencia por una u otra forma varíe en cada caso
(véase el Diccionario panhispánico de
dudas, s/v imprimir, freir, proveer):
-Hemos imprimido veinte ejemplares / Habían impreso las copias en papel
fotográfico.
-Nos hemos proveído de todo lo necesario / Se había provisto de
víveres abundantes.
-Las empanadillas han de ser freídas dos horas antes / Nunca había frito un huevo.
No debe asimilarse el caso de estos participios verbales
irregulares con el del nutrido grupo de adjetivos procedentes de participios
latinos, como abstracto (del
latín abstractus, participio
de abstrahere),
atento (del lat. attentus, part. de attendere), confuso (del
lat. confusus, part.
de confundere), correcto (del
lat. correctus, part.
de corrigere), contracto (del lat. contractus, part. de contrahere), tinto (del
lat.tinctus, part.
de tingere), etc. Algunas de estas formas pueden
haber funcionado como participios verbales en épocas pasadas del idioma, pero
hoy funcionan solamente como adjetivos y, por lo tanto, no se usan en la
formación de los tiempos compuestos ni de la voz pasiva de los verbos
correspondientes (no se dice *Han
contracto matrimonio o *Son
correctos por el profesor, sino Han
contraído matrimonio o Son
corregidos por el profesor). Por lo tanto, la consideración de
estos verbos como «verbos con doble participio» carece de justificación
gramatical.
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