-El que se ríe de sí mismo nunca se queda sin cosas de las
que reírse.
-En la prosperidad es muy fácil encontrar amigos, en la
adversidad no hay nada más difícil.
-En las desgracias propias hay que acordarse del estado de
conformidad con que miramos las ajenas.
-Eres un alma pequeña que lleva un cadáver.
-Es imposible que un hombre aprenda lo que cree que ya sabe.
-Es más necesario que el alma se cure que el cuerpo; porque
es mejor morir que vivir mal.
-Es mejor morir de hambre habiendo vivido sin dolor y miedo,
que vivir con un espíritu atribulado, en medio de la abundancia.
-Es nuestra actitud hacia los eventos, no los eventos en sí
mismos, lo que podemos controlar. Nada es, por su propia naturaleza, calamitoso;
incluso la muerte es terrible solo si la tememos.
-Es un hombre sabio el que no lamenta las cosas que no
tiene, sino que se regocija por las que tiene.
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