-Papá … Papá … Tengo miedo – Papi tengo miedo, ¿puedo dormir
contigo?
-¿Qué pasó mi niña? ya es
de noche, ve a dormir.
-Pero papi, se oyen ruidos raros en mi cuarto…
-Me levanté, abandoné la cama
para ir con mi pequeña, y encendí la luz de su cuarto. – Ves, no hay nada aquí
qué temer.
-Pero papi, cuando apagas la luz se escuchan ruidos feos…
-Ves, no se escucha nada, ahora
duérmete por favor, que mañana hay que madrugar.
-Papi, no te vayas, quédate conmigo.
-Está bien amor, pero solo por
esta noche, ahora duerme. – Me acosté en la cama de mi pequeña.
*Jorge! … ¡Jorge! … ¡Despierta! … ¡Levántate ya! … Otra vez
te quedaste dormido en el cuarto de Ángeles. ¿Hasta cuándo vas a impedir que se
vaya? … ¡Déjala ir de una vez! ¡Hace un año que murió, y todas las noche vienes
a dormir aquí, a su habitación! … ¡Acéptalo de una buena vez!
-Ya voy….amor…
Si le dijera a mi esposa, que mi niña viene, con miedo,
todas las noches a buscarme, tal vez recordaría que al año siguiente de
su muerte, ella se suicidó del dolor y nunca más la volvería a ver. Así al
menos las veo, las sigo en su mundo fantasma … tal vez yo estoy muerto también...
o muerto en vida.
Hace años que vivo entre sus dos fantasmas, tal vez yo sea
un espectro también y aún no lo he notado.
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