martes, 29 de julio de 2014

Esperanto (Poezio) - Tri miniaturoj - Edith Södergran

Tri miniaturoj

Degelis kiel neĝo aerkasteloj miaj,
forfluis kiel akvo la revoj,
el ĉio, kion amis mi, ĉielo restis nur
kun kelkaj steloj palaj.

                                   ***

Floron vi serĉis - trovis frukton,
fonton vi serĉis - trovis maron,
virinon vi serĉis - trovis animon -
malkontenta vi estas...

                                    ***

Venas vespero malvarma...
Sorbu el mia mano la varmon,
mia mano havas sangon printempan.
Mian manon prenu, mian brakon blankan,
prenu la sopiron de miaj junaj ŝultroj.
Senti, senti unu nokton nur,
en nokto kia la nuna
vian kapon peza sur mia brusto...

sábado, 26 de julio de 2014

Asanas - Dhanurasana (El arco)


Instrucciones
Boca abajo, doblar las piernas; levantar el mentón cogiendo ambos tobillos simultáneamente.
Propulsar los pies hacia atrás y hacia arriba.
Las piernas son el único sostén; los brazos permanecen pasivos y sólo actúan a modo de cable.
La espalda está pasiva.
Las rodillas están separadas, pero los dedos gordos de los pies deben acercarse para equilibrar ambas piernas.

Detalles a tener en cuenta
1-La cabeza debe mantenerse levantada y hacia atrás.
2-La mirada hay que dirigirla hacia arriba durante el tiempo que dure la postura, así se logra elevar más el pecho.
3-Las manos agarran los tobillos y no los pies, que permanecerán relajados todo el tiempo.
4-Debe evitarse que sólo se levante la parte superior del cuerpo.
5-Los brazos deben permanecer estirados. Debe evitarse que los codos estén flexionados.
6-Debe evitarse que las rodillas estén demasiado dobladas; los talones nunca tocan los glúteos.
7-Debe evitarse que el cuerpo se tuerza hacia cualquier lado.
8-El pulgar de la mano no se opone a los otros dedos.
9-Una variante de esta asana permite el balanceo en la posición final.

miércoles, 23 de julio de 2014

Derechos animales - ¿Por qué es necesaria la protección animal?

¿Por qué es necesaria la protección animal? Esta pregunta tiene muchas respuestas; pero debemos reconocer que la protección animal tiene como principal finalidad amparar a los demás animales de nuestra propia especie. Protegemos a los animales de la explotación, el abuso, la indiferencia, el abandono, la crueldad, y otros males; lamentablemente todas conductas propias del ser humano. También los protegemos de la inclemencia del tiempo, del hambre y de los desastres naturales, pero estos problemas son menores para los animales implicados. Nosotros somos el mayor problema para todas las demás especies, y por eso la protección animal es urgente y necesaria. ¿Pero esta realidad acaso no conlleva una contradicción intrínseca, una paradoja o incluso una solapada hipocresía? ¿Es compatible explotar, matar, comer y al mismo tiempo pretender proteger a los animales?
A pesar de la aparente contradicción, la respuesta es afirmativa.
Para comprender el problema en su verdadera dimensión será necesario asumir una perspectiva global, una aproximación evolutiva donde cada especie juega un rol determinado que tiene influencia en las demás especies. El Homo sapiens es una especie depredadora y expansiva. Desde los comienzos de la humanidad ha explotado y criado a los demás animales según sus propios intereses, ya sea para proveerse de alimento, abrigo, transporte, fuerza de trabajo, o compañía. Desde el punto de vista adaptativo, el uso más natural y justificado es el del alimento. Comemos animales porque también somos depredadores omnívoros, lo que quiere decir que nuestra dieta natural está conformada por animales y plantas. Hay quienes consideran que no podemos hablar de una «dieta natural» sino de una dieta impuesta histórica y culturalmente. Pero esto es una verdad a medias. Si bien es cierto que la cultura impone las prácticas alimenticias, es la fisiología del cuerpo la que determina qué alimentos podrán ser consumidos; luego las prácticas culturales tendrán que adaptarse a esa particular fisiología.
La dieta natural queda reflejada en la dentición de cada especie (sabemos lo que comían los dinosaurios por las características de sus dientes), y el cuerpo está debidamente adaptado para funcionar según el tipo de alimento que debe consumir. Nuestro cuerpo se ha adaptado durante miles de años a consumir carne, así que es parte de su dieta habitual (además, según recientes teorías evolutivas, se considera que el consumo de proteína animal fue determinante en el crecimiento del cerebro moderno). Siendo realistas, el hombre desafortunadamente no va a dejar de matar y comer animales, así que lo mejor que podemos hacer es regular esta desagradable práctica para que se realice de la mejor manera posible para los animales implicados.
Uno de los principales temas de la protección animal es el que toma en cuenta el grado de dolor que sufren los animales criados para consumo humano. Sin duda, este asunto es muy relevante. Y por ello los movimientos que impulsan la protección animal han unido sus fuerzas para aprobar leyes destinadas a reducir en lo posible el dolor físico que los animales sufren en los siniestros mataderos. Si no podemos dejar de matar animales para comer, al menos sí podemos mejorar sus condiciones de vida y reducir su sufrimiento.
Indudablemente, este es uno de los avances más importantes en la filosofía moral respecto a los derechos de los animales. Sin embargo, el mayor obstáculo para mejorar las condiciones materiales de los animales de granja es económico. Mejorar las condiciones implica un gasto mayor, lo que repercutirá en precios más altos para el consumidor. Pero lamentablemente muy poca gente está dispuesta a pagar más por mejorar las condiciones de vida del pollo semanal que compra en el supermercado. Finalmente, mejorar la calidad de vida de los animales choca con la mezquindad humana.
La voluntad de proteger a los animales empieza con un cambio de actitud hacia la multiplicidad de especies que nos rodea. Desde una perspectiva que consideraba a los animales como meros medios al servicio del hombre, se ha pasado progresivamente a un pensamiento que considera a los animales como compañeros con quienes compartimos la naturaleza y el planeta entero. Y esto está íntimamente comprometido con el hecho de asumir que los animales también pueden ser portadores de derechos. Pero los derechos animales sólo existen porque nosotros se los reconocemos. Y esto también supone un cambio de paradigma mental. Hemos cambiado la forma en que vemos a los demás animales; si antes la diferencia entre el hombre y el animal era de categoría, ahora la diferencia es de grado (somos más inteligentes que ellos, pero ellos también son inteligentes). Esto ha sido posible porque últimamente es está estudiando la vida animal desde una perspectiva que antes se consideraba exclusiva del ser humano, como la vida emocional, mental e intencional, incrementando con esto la empatía que sentimos hacia las otras especies.
¿Es necesario proteger a los animales contra la naturaleza? Debemos recordar que la mayoría de especies que han poblado el planeta han existido durante miles o millones de años antes de la aparición del hombre; por lo tanto, su sostenibilidad como especie no ha dependido de nuestra presencia. Más bien, desde que el hombre asumió el dominio biológico del planeta su presencia ha sido la causa directa o indirecta de la extinción de miles de especies. Tras esta realidad, lo menos que podemos hacer es intentar frenar esta progresiva destrucción biológica.
Las especies que hemos domesticado para comer sólo existen en su forma actual porque nosotros lo hemos permitido. Hemos manipulado su composición genética según nuestros propios intereses. Así que sería absurdo decir, por ejemplo, que las vacas serían más felices si nuestra especie no hubiese aparecido, ya que en ese caso ellas tampoco estarían aquí. Pero sin duda habría animales muy parecidos a las vacas actuales pero en estado salvaje que serían devoradas por grandes depredadores carnívoros, tal como siempre ha sido en el incesante drama de la vida natural. Nuestra vida cómoda y segura nos hace pensar que la vida salvaje es dura y cruel, pero es así como todas las especies han percibido la vida desde siempre. Sólo nuestra especie ha creído que la vida debe ser pacífica y apacible.
En este escenario, son los animales de compañía los que se han beneficiado con nuestra presencia. En estado salvaje un perro o un gato vive relativamente poco, porque está expuesto a muchos peligros, enfermedades y amenazas; además del esfuerzo de conseguir comida regularmente, debe protegerse del clima, reproducirse, cuidar de su prole y además evitar ser comido por otro animal —que también debe hacer lo mismo para sobrevivir.
La domesticación ha sido un cambio radical para los animales que usamos de compañía, lejos de los peligros e incertidumbres del mundo natural. Pero al mismo tiempo debemos advertir que nuestra compañía constante está inevitablemente modificando su conducta y caracteres evolutivos. Atrapados en nuestra propia temporalidad humana, concebimos la vida de los animales de manera individual, ignorando su situación como especie y las consecuencias evolutivas que nuestra presencia origina.
La apacible vida burguesa que nuestras mascotas disfrutan modificará a largo plazo aquellas adaptaciones que adquirieron durante miles de años para sobrevivir en un mundo hostil.
Según se quiera ver, esto podría asumirse como una ventaja o una pérdida. El hecho es que somos responsables de hacerlos depender de nuestra compañía y exponerlos a nuestros caprichos y emociones, y por eso ahora nos toca asumir la tarea de protegerlos de una vulnerabilidad que nosotros mismos hemos generado.

*Artículo publicado en el boletín “4Patas” de la Asociación Nacional Amigos de los Animales - ANAA

martes, 22 de julio de 2014

Asanas - Bhujangasana (La cobra)


Instrucciones
Al comenzar, la frente se apoya en el suelo y la punta de los dedos rozan la curva de los hombros, con los codos cerca de las caderas.
Se empuja primero la nariz hacia adelante, a ras del suelo; el mentón sigue más atrás rozando el suelo y avanza lo más lejos que se pueda.
Entonces se levanta la cabeza con los músculos de la nuca, y sin ayuda de los brazos, hasta que se alcanza la posición final.
En la posición final, los brazos se convierten en el único elemento activo y curvan la columna vertebral hacia atrás que sufrirá pasivamente el empuje.
Por último, inclinar la cabeza hacia atrás lo más posible y dirigir los ojos hacia arriba.

Detalles a tener en cuenta
1-Debe evitarse que la cabeza se hunda entre los hombros.
2-Los hombros deben estar relajados.
3-Los brazos quedan con los codos semi-flexionados.
4-El cuerpo erguido, se arquea hacia atrás y hacia arriba.
5-Las piernas deben estar relajadas, con los dedos de los pies apuntando hacia adentro y los talones hacia los lados.
6-El sacro y el pubis quedan apretados contra el suelo.
7-Lo importante no es levantarse mucho sino curvar bien toda la columna.
8-El ombligo debe acercarse lo máximo que se pueda al suelo.
9-Concentrarse en la columna vertebral o también en el Chakra Manipura.

viernes, 18 de julio de 2014

Reflexiones e Ideas - Si sólo pudiéramos ver - Thomas Henry Huxley 2

Si sólo pudiéramos ver los torrentes de hipocresía y crueldad, las mentiras, el degüello, las violaciones de toda obligación de la humanidad que han fluido de esta fuente en el curso de la historia de las naciones cristianas, ante tal visión palidecerían los peores cuadros mentales que nos pudiéramos formar del infierno.

Reflexiones e Ideas - La verdadera dicha - Sivananda

Si no se obtiene el objeto deseado hay infelicidad. Si se consigue, existe la ansiedad por su posible pérdida. Si falta o su respuesta es negativa, hay mayor desdicha. De este modo, la verdadera dicha consiste en el renunciamiento del deseo.

lunes, 14 de julio de 2014

Esperanto (Poezio) - Dum novembra aprilo - Amalia Nunez Dubus

Dum novembra aprilo

Aŭtuno volas festi,
printempe sin travesti,
burĝonas nove flor’,
eksaltas ree kor’
por nesti.

Kaj tamen venas vintro
(sed ĝi prokrastos sin tro).
Post pluvo dumonata
ĉiel’ lazura, glata,
post cindro.

Ĉu estas pli alloga
vort’ vera aŭ mensoga?
Ĉu portas pli da sveno
sanilo aŭ veneno
droga?

Ni revu: temp’ someras,
mi kredas kaj esperas;
nigrega okulparo
min gapas en l’ arbaro.
-Am’ veras.

domingo, 6 de julio de 2014

Reflexiones e Ideas - Mensaje final del último capítulo de la serie Cosmos - Neil deGrasse Tyson

¿Cómo es posible que siendo unas criaturas tan pequeñas, y viviendo en una mota de polvo, hayamos conseguido averiguar cómo enviar naves que recorran las estrellas de la Vía Láctea? 
Hace sólo un par de siglos (o unos pocos segundos en nuestro tiempo cósmico), no sabíamos nada sobre dónde y en qué momento estábamos. Ignorantes sobre el resto del cosmos, vivíamos en una especie de prisión, en un diminuto universo limitado por una cáscara de nuez. 
¿Cómo conseguimos escapar de aquella cárcel? Fue gracias al trabajo de generaciones de investigadores que siguieron 5 sencillas normas:
1.- Cuestionar la autoridad. Ninguna idea es cierta sólo porque alguien lo diga, incluyéndome a mí. Pensar por uno mismo. Cuestionarse a uno mismo. 
2- No creer algo sólo porque queramos hacerlo. Creer en algo no lo convierte en realidad. 
3.-Demostrar las ideas con pruebas obtenidas a través de la observación y la experimentación. Si una idea no pasa un experimento bien diseñado, es errónea, aceptémoslo. 
4.- Seguir las pruebas, allá donde nos lleven. En caso de no tener pruebas, reservarnos los juicios.
Y quizás, la norma más importante de todas.
5.-  Recordar que uno puede estar equivocado. Incluso los mejores científicos se han equivocado en algunas cosas.
Newton, Einstein, y otros grandes científicos de la historia, todos han cometido errores. Claro que sí, era humanos.
La ciencia es una forma de evitar engañarnos a nosotros mismos, y a los demás.
Pero, ¿algún científico ha actuado mal? Por supuesto, hemos utilizado la ciencia de forma incorrecta. Igual que cualquier otra herramienta a nuestra disposición, y por eso, no podemos permitirnos dejarla en manos de una minoría poderosa. Cuanto más nos pertenezca la ciencia a todos, menos probabilidades habrá de que se le dé un uso incorrecto. 
Estos valores debilitan el atractivo del fanatismo y la ignorancia, y en resumidas cuentas, el universo es, sobre todo, oscuro salpicado por pequeñas islas de luz. 
Averiguar la edad de la Tierra, la distancia a las estrellas o cómo evoluciona la vida, ¿qué diferencia hay? Bueno, parte de ello depende de los grande que sea el universo en el que estamos dispuestos a vivir. A algunos les gusta pequeño, y no pasa nada, es comprensible, pero a mí me gusta grande. Y cuando asumo todo esto en mi corazón y en mi cabeza, me siento reconfortado. Y cuando me siento así, quiero saber que es real, que no es sólo algo que esté pasando en mi mente. Porque importa lo que sea cierto, y nuestra imaginación no es nada comparada con la increíble realidad de la naturaleza.
Quiero saber qué hay en esos lugares oscuros y qué ocurrió antes del Big Bang. Quiero saber qué hay más allá del horizonte cósmico y cómo surgió la vida. ¿Hay otros lugares del Cosmos donde la materia y la energía hayan cobrado vida y sean conscientes? Quiero conocer a mis antepasados, a todos ellos. Quiero ser un eslabón bueno y fuerte en la cadena de las generaciones, quiero proteger a mis hijos y a los niños del futuro.
Nosotros que representamos la vista, el oído, los pensamientos y los sentimientos locales del Cosmos, hemos comenzado a conocer la historia de nuestros orígenes, polvo de estrellas contemplando la evolución de la materia, trazando ese largo camino, gracias al cual hemos tomado consciencia. Nosotros y el resto de seres vivos de este planeta, llevamos un legado de evolución cósmica que abarca miles de millones de años. Si nos tomamos ese conocimiento en serio, si conocemos y amamos la naturaleza tal y como es en realidad, seremos recordados como eslabones buenos y fuertes en la cadena de la vida, y nuestros hijos continuarán esta sagrada búsqueda viendo por nosotros, igual que nosotros hemos visto por aquellos que llegaron antes que nosotros, y descubriendo maravillas con las que aún ni hemos soñado en el Cosmos.

jueves, 3 de julio de 2014

Kawase Hasui (1883-1957) (18)


Kawase Hasui (1883-1957) (17)


Kawase Hasui (1883-1957) (16)


Kawase Hasui (1883-1957) (15)


Kawase Hasui (1883-1957) (14)


Kawase Hasui (1883-1957) (13)


Kawase Hasui (1883-1957) (12)